La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa a futuro, sino una realidad presente en la industria tecnológica. Empresas de todo el mundo compiten por un trozo de este lucrativo mercado. En una sorprendente alianza, Microsoft y AMD han anunciado su colaboración para desarrollar procesadores específicos para IA, como ChatGPT.
Cabe mencionar que Microsoft es actualmente uno de los principales accionistas de OpenAI, habiendo integrado ChatGPT en su navegador Edge y, específicamente, en su buscador Bing. Esto permite acceder a GPT-4 de forma gratuita, ofreciendo respuestas más creativas o precisas, según la consulta realizada.
La asociación entre Microsoft y AMD es inesperada, ya que Windows 11 fue desarrollado en colaboración con Intel para optimizar su rendimiento en los últimos procesadores de esta compañía, algo que podría cambiar de cara a Windows 12. Sin embargo, esta nueva alianza podría mejorar la posición de AMD en el mercado de la IA, actualmente dominado por NVIDIA.
AMD lleva tiempo buscando diversificar su negocio, adentrándose en mercados más lucrativos, como servidores, data centers y, ahora, la inteligencia artificial. Por su parte, Microsoft parece estar interesada en reducir su dependencia de Intel, explorando el desarrollo de sus propias CPU basadas en arquitectura ARM y optimizando Windows para estos sistemas.
Se informa que Microsoft está financiando a AMD en el desarrollo de un procesador de IA conocido como Project Athenea. Alrededor de más de 1.000 empleados de Microsoft estarían trabajando en este proyecto, liderado por Rani Borkar, exejecutivo de Intel. Hasta la fecha, se estima que se han invertido cerca de 2.000 millones de euros en Project Athenea.
El objetivo de Microsoft es obtener un chip que mejore la velocidad de procesamiento y la eficiencia energética. NVIDIA sigue siendo la empresa líder en el mercado de la IA, gracias a su ventaja tecnológica de varios años en el desarrollo de soluciones específicas, como sus tarjetas gráficas con Tensor Cores.
Mientras tanto, Intel se ve relegada a un papel secundario en este mercado, suministrando procesadores a NVIDIA para sus sistemas avanzados de IA. La situación actual es incómoda para Intel, que enfrenta retrasos en el lanzamiento de sus tarjetas gráficas gaming y la falta de modelos personalizados por fabricantes, como los ofrecidos por AMD y NVIDIA.
Aunque Intel no desaparecerá, la compañía tendrá que redoblar esfuerzos para no quedarse atrás en el mercado de la inteligencia artificial y los procesadores de próxima generación.