Anthropic, una de las startups de inteligencia artificial más influyentes del momento, ha dado un paso decisivo hacia los mercados financieros. Según información adelantada por el Financial Times y recogida por otros medios, la compañía ha contratado al prestigioso despacho Wilson Sonsini para comenzar los trabajos preparatorios de una posible salida a bolsa (IPO, por sus siglas en inglés), en lo que podría convertirse en una de las mayores operaciones tecnológicas de los últimos años.
Aunque Anthropic insiste en que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre “cuándo o incluso si” cotizará, el movimiento envía una señal clara: la carrera por ser la primera gran empresa de IA generativa en debutar en los mercados públicos se intensifica, y el rival directo en esa línea de salida es, inevitablemente, OpenAI.
De escisión de OpenAI a gigante de la IA valorado en más de 183.000 millones
Anthropic nació en 2021 de la mano de varios antiguos empleados de OpenAI, entre ellos los hermanos Dario y Daniela Amodei, con la promesa de construir modelos de IA “más seguros y alineados” con los intereses humanos. Su producto estrella, la familia de modelos Claude, se ha consolidado como una alternativa directa a ChatGPT en el mercado de asistentes avanzados de IA, con clientes empresariales que van desde grandes tecnológicas hasta startups y administraciones públicas.
En solo unos años, la empresa ha pasado de ser un actor emergente a convertirse en uno de los activos más codiciados del sector tecnológico. En 2024 y 2025 ha encadenado rondas multimillonarias y acuerdos estratégicos con gigantes como Amazon y Google. El grupo de Jeff Bezos se comprometió a invertir hasta 4.000 millones de dólares en Anthropic a cambio de integrar sus modelos en AWS y reforzar su oferta frente a Microsoft y OpenAI, mientras que Google también ha inyectado capital y ofrece la tecnología de Anthropic sobre su plataforma de nube.
El resultado es una valoración que se ha disparado. En una operación reciente de venta secundaria de acciones, SoftBank adquirió un 8,1 % de la compañía, con una transacción que implicaba valorar Anthropic en torno a 183.000 millones de dólares, según informó The Verge. Es una cifra que coloca a la startup de IA en la misma liga que gigantes históricos de Silicon Valley, pese a su corta trayectoria.
Wilson Sonsini, el bufete que prepara a los grandes para Wall Street
La elección de Wilson Sonsini no es casual. El despacho es uno de los más reputados en Silicon Valley en materia de salidas a bolsa y ha asesorado históricamente a compañías tecnológicas de alto crecimiento en sus debuts bursátiles. Que Anthropic recurra a este bufete indica que el proceso de preparación para una OPV no es un simple ejercicio teórico, sino un trabajo estructurado que puede desembocar en un folleto de salida a bolsa en los próximos años.
Según las informaciones disponibles, la compañía baraja un calendario que podría situar el estreno en bolsa tan pronto como 2026, aunque cualquier fecha dependerá de las condiciones del mercado, de la evolución regulatoria de la IA y de las propias necesidades de capital de la empresa. De concretarse, la operación estaría entre las mayores OPV tecnológicas de la historia reciente, tanto por valoración como por el peso estratégico de la inteligencia artificial generativa en la economía global.
Un pulso silencioso con OpenAI por ser la primera en cotizar
La narrativa de “Anthropic vs OpenAI” lleva tiempo instalada en el sector, pero la dimensión bursátil la refuerza. OpenAI, respaldada principalmente por Microsoft, no ha realizado todavía una salida a bolsa tradicional, aunque sí ha articulado un complejo modelo de “lucro limitado” y ha permitido varias rondas de compraventa de acciones entre inversores y empleados, con valoraciones que han llegado a situarse en el entorno de los 150.000 millones de dólares.
Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, ha admitido en público que la compañía probablemente tendrá que cotizar “algún día” para poder financiar sus ambiciones de largo plazo, aunque no ha concretado plazos. Esa indefinición abre una ventana de oportunidad para que Anthropic se adelante y se convierta en la primera gran empresa de IA generativa en debutar en los mercados públicos a gran escala.
Para los inversores, la cronología importa: ser la “primera gran historia de IA” en bolsa puede traducirse en una atención mediática y financiera enorme, en un momento en el que la demanda de exposición a inteligencia artificial por parte de fondos y minoristas es muy elevada.
La economía de la IA: chips, centros de datos y modelos cada vez más caros
El trasfondo de esta carrera bursátil es, sobre todo, económico. Entrenar y desplegar modelos de IA de última generación es extraordinariamente caro. Requiere miles de GPU de gama alta, centros de datos optimizados y un suministro energético estable. Fabricantes como NVIDIA han reconocido que la demanda de sus chips para IA supera con creces la oferta, lo que encarece aún más la barrera de entrada para nuevos actores.
En este contexto, las grandes rondas privadas —por gigantescas que sean— pueden quedarse cortas. Una compañía con ambiciones de liderar el mercado global de IA generativa necesita acceso recurrente a capital: no solo para entrenar modelos cada vez más potentes, sino también para ampliar infraestructuras, fichar talento, asegurar datos de entrenamiento y cumplir con futuras regulaciones de seguridad y transparencia.
Salir a bolsa daría a Anthropic una vía más amplia y flexible de financiación, aunque también la sometería al escrutinio trimestral del mercado y a la presión de los resultados a corto plazo.
Seguridad, gobernanza y el dilema de cotizar
Una particularidad de Anthropic es que ha construido buena parte de su identidad en torno a la seguridad y la alineación de sus modelos. La empresa se presenta como un actor prudente, preocupado por los riesgos sociales y de seguridad derivados de sistemas cada vez más potentes, e insiste en la necesidad de marcos regulatorios y de control más estrictos para la IA avanzada.
La posible salida a bolsa plantea un dilema interesante: ¿podrá Anthropic mantener esa cultura de prudencia bajo la presión de los mercados? Cotizar implica responder ante accionistas que, en muchos casos, priorizarán el crecimiento de ingresos y beneficios sobre la cautela regulatoria o ética. La empresa ya ha intentado blindarse parcialmente con estructuras de gobernanza específicas para preservar su misión a largo plazo, pero el equilibrio entre seguridad y rentabilidad será un tema recurrente si finalmente da el salto al parqué.
Impacto potencial en el mercado y en la regulación de la IA
Una OPV de Anthropic no solo tendría impacto financiero; también enviaría una señal política y regulatoria. Legisladores y reguladores de Estados Unidos, Europa y otras regiones observan con lupa el poder de los grandes modelos de IA y el nivel de concentración del sector en torno a un puñado de empresas y alianzas estratégicas.
La salida a bolsa obligaría a Anthropic a ser mucho más transparente sobre su negocio: ingresos, costes, fuentes de datos, estructura de riesgos, dependencia de proveedores de nube o fabricantes de chips, entre otros aspectos. Esa información pública podría alimentar el debate regulatorio sobre qué tipo de obligaciones deben asumir las compañías que desarrollan sistemas de “IA de propósito general” o “modelos fundacionales”, categorías que la Unión Europea y otros bloques ya están definiendo en sus leyes de inteligencia artificial.
Además, el éxito o fracaso de la operación serviría como termómetro para otros actores de la IA. Si el mercado acoge con entusiasmo la OPV de Anthropic, es probable que aceleremos un ciclo de salidas a bolsa de empresas de IA y proveedores de infraestructura. Si, por el contrario, la recepción es fría, podría enfriar temporalmente el entusiasmo inversor y retrasar planes similares de otros rivales.
¿Qué significa esto para usuarios y empresas que usan IA?
Para el usuario final, que accede a modelos de IA a través de aplicaciones, chatbots o integraciones en servicios de terceros, la posible salida a bolsa de Anthropic puede parecer un asunto lejano. Sin embargo, el efecto puede notarse en varias capas:
- Mayor estabilidad de producto, si la empresa consolida su financiación y su hoja de ruta de largo plazo.
- Cambios de precios, tanto al alza como a la baja, en función de la estrategia comercial para justificar la valoración en bolsa.
- Más innovación y más presión competitiva, si el capital captado acelera el despliegue de nuevas capacidades de los modelos Claude y obliga a OpenAI, Google, Meta y otros jugadores a intensificar su propia oferta.
- Mayor escrutinio público, lo que puede traducirse en más transparencia sobre cómo se entrenan los modelos, cómo se gestionan los datos o cómo se mitigan los riesgos de desinformación y abuso.
Para las empresas que ya integran Anthropic en sus productos o están valorando hacerlo, la posible OPV es un factor más a tener en cuenta en sus decisiones estratégicas, junto con la estabilidad contractual, el soporte técnico, la localización de datos o la compatibilidad con regulaciones sectoriales.
Un punto de inflexión en la madurez del mercado de IA
La contratación de abogados especializados en salidas a bolsa no significa que Anthropic vaya a cotizar mañana, pero sí marca una nueva fase en la madurez del sector de la inteligencia artificial generativa. Las grandes compañías ya no son solo promesas respaldadas por fondos de capital riesgo; se preparan para someterse al escrutinio del mercado público en un contexto de enorme expectación, pero también de crecientes dudas sobre el impacto social y económico de la IA.
En paralelo, OpenAI sigue avanzando con su propio modelo de financiación híbrido, y el resto de actores —desde gigantes consolidados hasta startups— observan de cerca los pasos de ambos. Lo que ocurra con Anthropic en los próximos años ayudará a definir no solo quién lidera el negocio de la IA, sino también cómo se financia y se gobierna una tecnología llamada a transformar la economía global.
Preguntas frecuentes sobre la posible salida a bolsa de Anthropic
¿Qué significa que Anthropic haya contratado abogados para preparar una salida a bolsa?
Significa que la empresa ha iniciado formalmente los trabajos técnicos y legales necesarios para poder cotizar en un mercado de valores: revisión de su estructura societaria, preparación de documentación financiera, análisis regulatorio y diseño de la operación. No garantiza que la OPV se vaya a producir, pero sí indica que la compañía se toma en serio esa opción y quiere tenerla lista cuando el contexto sea favorable.
¿Cuándo podría salir Anthropic a bolsa y en qué mercado cotizaría?
Las informaciones disponibles apuntan a que la OPV podría producirse tan pronto como 2026, aunque la propia Anthropic subraya que no ha tomado una decisión definitiva. El escenario más probable sería una cotización en Estados Unidos, en mercados como el Nasdaq o la Bolsa de Nueva York, donde tradicionalmente debutan las grandes tecnológicas. La fecha y el lugar exactos dependerán de la situación de los mercados y de la evolución del negocio.
¿En qué se diferencia Anthropic de OpenAI a la hora de financiarse?
OpenAI opera con una estructura de “lucro limitado” y ha recurrido a rondas privadas y a operaciones de venta secundaria de acciones para dar liquidez a empleados e inversores, sin realizar todavía una OPV clásica. Anthropic, en cambio, parece inclinarse hacia una salida a bolsa más tradicional, al menos según los pasos que está dando con la contratación de Wilson Sonsini. Ambos modelos tienen en común la necesidad de movilizar grandes cantidades de capital para entrenar y desplegar modelos de IA cada vez más potentes.
¿Cómo podría afectar la salida a bolsa de Anthropic al mercado de la IA generativa?
Si la operación se materializa y tiene éxito, podría consolidar a Anthropic como uno de los líderes indiscutibles del sector, empujar a OpenAI y a otros competidores a acelerar sus propios planes de cotización y abrir una nueva etapa de “boom bursátil” en torno a la IA. También incrementaría la transparencia sobre el negocio real de la IA generativa —ingresos, costes, riesgos—, lo que ayudaría a reguladores, empresas y ciudadanos a entender mejor el alcance y las implicaciones de esta tecnología.
Fuentes:
– Publicaciones y análisis sobre Anthropic y su contratación de Wilson Sonsini para preparar una posible OPV.
– Cobertura sobre la inversión de Amazon y otros socios estratégicos en Anthropic.
– Información sobre la valoración de Anthropic en transacciones recientes de acciones.
– Informes y entrevistas públicas sobre la estructura de OpenAI, su financiación y su posible futura cotización.



