Argentina se suma a Stargate con un megacentro de datos de 500 MW: la mayor apuesta de OpenAI en LatAm abre un nuevo frente energético y digital

Argentina ha dado un golpe sobre la mesa del mapa digital latinoamericano. OpenAI y Sur Energy anunciaron la firma de una carta de intención para levantar en el país un centro de datos de hasta 500 MW dentro del programa Stargate, una iniciativa que aspira a desplegar infraestructuras de inteligencia artificial (IA) a escala masiva. El proyecto —valorizado en 25.000 millones de US$— se presenta como una de las mayores inversiones tecnológicas y energéticas de la historia argentina y posiciona al país como primera parada latinoamericana de un plan que en EE. UU. fue presentado a comienzos de año con un capex potencial de hasta 500.000 millones de US$ en cuatro años. Entre los socios fundadores en Estados Unidos figuran SoftBank, OpenAI, Oracle y MGX.

Este hito va más allá de la infraestructura. Se trata de poner la IA en manos de la gente en toda Argentina”, afirmó Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, tras un encuentro entre representantes de la compañía y el presidente Javier Milei. La inversión se articulará mediante una joint venture entre Sur Energy —integrador de energía e infraestructura digital— y un desarrollador internacional de cloud cuyo nombre no fue revelado. OpenAI actuará como offtaker de capacidad del centro de datos, mientras que la operación se encuadrará en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

La noticia, confirmada a través de un comunicado y adelantada en medios del sector, llega en un momento en el que el país busca divisas, inversión productiva y empleo de calidad. A falta de más detalles —BNamericas señaló que OpenAI no aportó información adicional—, la señal al mercado es clara: Argentina aspira a jugar en la primera división de la infraestructura para IA.


¿Qué es Stargate y por qué importa?

Stargate se presentó a comienzos de 2025 como una hoja de ruta para desplegar nuevos nodos de cómputo de IA a escala hiper en EE. UU., con la participación de grandes actores tecnológicos y financieros. La lógica es conocida: los modelos de IA de última generación (entrenamiento y inference a gran escala) requieren enormes cantidades de energía, conectividad y refrigeración, además de suministro estable de hardware y contratos a largo plazo de compra de capacidad. En ese contexto, un data center de 500 MW equivale —a grandes rasgos— a la potencia de una ciudad mediana y demanda integración fina con los sistemas eléctrico y de transmisión, además de acuerdos de energía renovable o baja en carbono.

El movimiento en Argentina replica el esquema, pero añade dos particularidades: el uso del RIGI como paraguas regulatorio para acelerar y proteger la inversión, y el papel de Sur Energy como socio local con trayectoria en infraestructura energética y digital sostenible. La empresa —fundada por Emiliano Kargieman (también fundador y CEO de Satellogic), Matías Travizano y Stan Chudnovsky— destacó que está “implementando proyectos de centros de datos sostenibles”. En su comunicado, Kargieman subrayó que el proyecto “combina el potencial único en energías renovables de Argentina con el despliegue de infraestructura crítica para la IA a escala global”, y añadió que esta alianza “convierte a Argentina en un actor clave del nuevo paisaje digital y energético”, con capacidad para atraer inversión, crear empleo y demostrar que innovación y energía pueden ser motores complementarios de desarrollo sostenible.

Cabe recordar que Travizano —emprendedor argentino y cofundador de Sur— falleció recientemente en un accidente mientras practicaba montañismo; su figura fue central en el rescate de WOM en Colombia a través del paraguas de Sur Holdings.


Energía, escala y regulación: las tres claves del megacentro de 500 MW

1) Energía y contratos de largo plazo

Un campus de 500 MW exige acuerdos de suministro y capacidad de transmisión no triviales. La narrativa del proyecto encaja con la estrategia argentina de aprovechar renovables (viento, sol) y energía firme para sostener cargas 24/7. En un informe reciente sobre la contribución de OpenAI en Argentina, la compañía mencionó que, a través de Invap, el país explora una estrategia centrada en datos con energía nuclear en la Patagonia —y que Argentina se sumó como socio contribuyente al programa estadounidense FIRST, que impulsa reactores nucleares de pequeña escala para uso civil—. Sin mezclar proyectos, esa línea de trabajo sugiere que diversificar fuentes despachables de baja emisión es un vector que el ecosistema local tiene en mente.

2) Escala física y huella de conectividad

Más allá del consumo de potencia, un campus de estas características requiere múltiples fibras troncales, peering con operadores Tier-1 y acuerdos locales que reduzcan latencias y costes de tránsito. El anuncio enfatiza que Argentina cuenta con decenas de conexiones Tier-1 y peering independiente, un activo relevante para servir latAm y apuntalar contenido/servicios en la región.

3) RIGI y clima de inversión

El RIGI ofrece estabilidad fiscal y previsibilidad a gran escala. La articulación del proyecto bajo este régimen sugiere que los impulsores apuntan a despejar incertidumbre en plazos y costos, condiciones necesarias para comprometer capex de esta magnitud. El dato no es menor en un país con ciclos macro y cambios regulatorios frecuentes: a mayor seguridad jurídica, mayor probabilidad de que el calendario de obra y puesta en marcha se sostenga.


OpenAI en Argentina: adopción, talento y “raíles” de expansión

El informe divulgado por OpenAI sobre su presencia local aporta contexto: Argentina figura entre los cinco países de LatAm con más suscripciones de pago y es uno de los mercados de mayor crecimiento para desarrolladores que consumen la API de ChatGPT. Por provincias, el uso se concentra en Buenos Aires (46,6 %), seguida de Córdoba (12,3 %), Santa Fe (9,1 %), Mendoza (4,0 %) y Tucumán (3,2 %). El perfil de usuario lo encabezan jóvenes de 18–24 y 25–34 años.

La compañía destaca el Plan Nacional de IA que impulsa el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y asegura que los “raíles” que facilitan su expansión “están en su sitio”: políticas de base y alta adopción digital que posicionan al país para obtener ganancias sostenidas en competitividad e inclusión.


¿Qué falta saber? Silencios, tiempos y expectativas

Hasta ahora, el anuncio deja tanto certezas como incógnitas:

  • Confirmado: una carta de intención vigente entre OpenAI y Sur Energy; el offtake de capacidad por parte de OpenAI; el uso del RIGI; el objetivo de 500 MW; el carácter de primera base latinoamericana para Stargate.
  • Pendiente de detalle: la ubicación exacta, la ingeniería (fases, subestaciones, refrigeración, recuperación de calor, power usage effectiveness), el timeline (hitos de obra, ramp-up de potencia), la matriz energética (firma de PPAs renovables, firmes o nucleares), los beneficios fiscales, el socio cloud internacional aún no identificado y la gobernanza del joint venture.
  • Riesgos a gestionar: disponibilidad de equipamiento (chips, networking, power), entregas en mercados tensionados, licenciamiento ambiental, y coordinación multi-actor (nación, provincias, municipios, transportistas eléctricos).

Qué puede ganar Argentina (y qué vigilar)

Empleo y cadenas de valor. Un centro de datos de 500 MW suele estructurarse en fases; cada etapa demanda construcción, ingeniería, operación y mantenimiento, con empleo directo e indirecto en energía, transporte, conectividad, seguridad y servicios. La creación de proveedores locales de componentes y servicios anexos (desde racks a software de gestión) puede dejar capacidad instalada más allá del proyecto.

Energía y sostenibilidad. La clave está en cómo se alimenta el campus: PPAs renovables, backups despachables, estrategias de eficiencia (refrigeración líquida, free cooling, reutilización de calor), ubicación cerca de nodos de transmisión y potencial sinergia con nueva generación (renovable o nuclear) que minimice huella de carbono y curvas de congestión.

Digital y talento. Un “ancla” de esta escala suele traccionar iniciativas de edge, cloud y AI-as-a-service, y fortalecer ecosistemas de desarrolladores locales. A partir de ahí, el reto es aterrizar programas de formación y reciclaje profesional para alinear oferta de talento con demanda.


Un mensaje al mercado regional: escala, energía y “timing

Que Stargate aterrice en LatAm por Argentina lanza un mensaje competitivo: la disponibilidad de energía, latencia razonable con los principales hubs, política pública alineada y un socio local con credenciales pueden inclinar la decisión de inversión. Para países vecinos, la señal es doble: habrá que redoblar esfuerzos para articular ofertas energéticas y clima de negocios y, a la vez, cooperar para complementar rutas de conectividad y evitar cuellos en la región.


Conclusión

El aterrizaje de Stargate en Argentina, con un megacentro de datos de 500 MW y una inversión objetivo de 25.000 millones de US$, marca un punto de inflexión. La combinación de OpenAI como offtaker, Sur Energy como integrador, y el RIGI como andamiaje regulatorio, dibuja un proyecto con potencial para reposicionar al país en el tablero digital y energético. Falta concreción —ubicación, fases, condiciones de energía, socio cloud internacional—, pero el señalamiento es inequívoco: Argentina aspira a ser plataforma de IA en América Latina.

Como dijo Emiliano Kargieman, el reto no es solo de bits, también de watts: innovación y energía como motores gemelos de desarrollo. Si la ingeniería y la gobernanza acompañan, el país podría convertir esta oportunidad en empleo, divisas y capacidad tecnológica —y, sobre todo, en una ventana de futuro para su ecosistema digital.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué es el proyecto Stargate y quiénes son sus socios?
Stargate es un programa para desplegar infraestructura de IA a gran escala. Se lanzó en EE. UU. con un plan de inversión de hasta 500.000 millones de US$ en cuatro años y socios como SoftBank, OpenAI, Oracle y MGX. En Argentina, se anunció una carta de intención para construir un centro de datos de hasta 500 MW.

¿Cómo se estructurará la inversión en Argentina?
Mediante una joint venture entre Sur Energy y un desarrollador internacional de cloud (no revelado). OpenAI será el offtaker de capacidad. El proyecto se encuadrará bajo el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones).

¿Qué beneficios puede traer un data center de 500 MW al país?
Empleo directo e indirecto, demanda de servicios e insumos locales, anclaje de ecosistemas de IA y nube, y potencial tracción de energías renovables y proyectos firmes. La clave será asegurar energía competitiva, conectividad y cronograma.

¿Hay ubicación, cronograma o socio cloud confirmados?
Por ahora no. El anuncio menciona la firma de una carta de intención, el uso del RIGI y el rol de OpenAI como offtaker, pero no detalla sitio, fases ni cronograma. También no se identificó al socio cloud internacional. Se esperan más precisiones en próximas comunicaciones oficiales.

vía: bnamericas

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