¿Cuánto costará una hora de trabajo de un robot humanoide? La estimación de Dr. Pero Micic apunta a un máximo de 14 dólares

La pregunta ya está sobre la mesa de muchos consejos de administración: ¿cuál será el coste por hora de un robot humanoide que pueda realizar tareas físicas generales? El futurista y consultor Dr. Pero Micic ha publicado un análisis con supuestos conservadores —apoyado en una hoja de cálculo y una explicación en vídeo— que sitúa el coste por hora en un máximo de 14 $ en la fase inicial de adopción. A partir de ahí, con aprendizaje, escala industrial y optimización, la cifra caería por debajo de 10 $ e incluso por debajo de 5 $ en un horizonte cercano, cita que en línea con otras proyecciones como las de RethinkX apunta a valores subdólar hacia 2035.

El marco de Micic desagrega costes de producción, operación y modelo de negocio —con énfasis en Robot-as-a-Service (RaaS)—, y contrasta el resultado con el coste total de un trabajador cualificado, estimado en 42,53 $/hora. El diferencial es tan grande que, según su cálculo, el ahorro anual por robot podría rondar los 200.000 $ incluso usando el escenario más caro.

Los supuestos clave del cálculo

El punto de partida del análisis son supuestos “muy conservadores” que, de cumplirse, marcarían un techo razonable al coste hora:

  • Vida útil: 8 años (incluyendo reparaciones), alineada con ciclos de amortización típicos en maquinaria ligera.
  • Uso anual: 6.600 horas (330 días × 20 horas/día). Esto equivale a la suma del tiempo efectivo anual de más de tres personas.
  • Velocidad de trabajo: 100 % respecto a un humano en la primera generación. Micic recuerda que, como con los robots industriales, versiones futuras podrían superar el 200 % en tareas repetitivas.
  • Modelo de negocio: RaaS. En vez de vender la unidad, los fabricantes cobrarían una cuota de uso (hora/mes/año) y, en algunos casos, una tarifa inicial cercana al coste de fabricación.
  • Estructura de costes:
    • Producción: entre 10.000, 20.000 y 30.000 $ por unidad, según la configuración. La estimación base de Micic para un humanoide “generalista” es 30.000 $, recordando que pesa ~5 % de un turismo y que los componentes caros hoy son actuadores y reductoras; el resto —electrónica, sensores, baterías de pocos kWh y plásticos— escala bien en fabricación masiva.
    • Operación anual: 30.000 $, de los que 18.000 $ se asignan a supervisión y coordinación humana. Micic lo califica de “probablemente muy alto” a medida que mejoren la autonomía y las herramientas de orquestación.
    • Energía: con un consumo conservador de 2 kWh en operación, el coste anual se aproxima a 2.640 $ en su tabla.
    • Mantenimiento y reparación: ≈ 1.375–4.125 $/año, en función del CAPEX.

Con esos inputs, la hoja de cálculo arroja un coste de operación por hora —incluyendo la cuota de servicio al proveedor— en una horquilla de 10,86–13,81 $/h. Micic redondea el peor de los casos a 14 $/h para ofrecer un valor techo.

Comparación directa: humanoide vs. trabajador cualificado

En el mismo esquema, el coste total por hora de un trabajador cualificado —considerando salario (60.000 $/año), seguridad social (20 %) y costes específicos de personal (RR. HH., administración, etc.)— asciende a 42,53 $/h con 1.975 horas de trabajo anuales.

La brecha es contundente: incluso con 14 $/h para el robot, la ventaja por hora sería de ≈ 28,72 $; en el año, el ahorro agregado por unidad podría superar los 180.000–200.000 $, según el escenario de CAPEX/OPEX considerado en la tabla.

Por qué 30.000 dólares por unidad no es ciencia ficción

El cálculo de 30.000 $ de coste de fabricación puede sorprender a primera vista, pero Micic lo defiende con argumentos de ingeniería y cadena de suministro:

  • Masa y materiales: un humanoide pesa una fracción de un automóvil y no requiere chasis de acero de alta resistencia ni carrocería compleja.
  • Componentes clave: actuadores (motores) y reductoras concentran hoy el coste; sin embargo, son altamente escalables en líneas automatizadas y susceptibles de curvas de aprendizaje muy rápidas cuando la producción supera decenas de miles de unidades.
  • Electrónica y sensores: cámaras, LiDARs ligeros, IMUs, PCs embebidos y cableado ya se fabrican masivamente para otras industrias.
  • Baterías: con pocos kWh —muy lejos del pack de un coche—, su coste es acotado y decreciente.
  • Plásticos y carcasas: de bajo coste en moldeo por inyección una vez amortizados los utillajes.

En síntesis, no se trata de un “cohete a la Luna”, sino de un ensamblaje de tecnologías maduras integradas en un producto nuevo.

Por qué el RaaS será la vía de adopción dominante

El Robot-as-a-Service maximiza ingresos y margen para los fabricantes y reduce el riesgo para el cliente. La cuota por hora o por mes/año incluye mantenimiento, actualizaciones de software y, a menudo, reemplazo por modelos más nuevos durante la vida del contrato. Para el usuario final, se convierte en un gasto operativo (OPEX) claro, alineado con la producción y fácil de presupuestar. Para el proveedor, habilita ingresos recurrentes y telemetría para mejorar el producto.

Micic anticipa que la demanda crecerá rápidamente si se cumplen estas economías unitarias. A la vez, prevé que entrarán muchos oferentes, lo que contendrá precios monopolísticos sostenidos.

Qué tareas podrían caer primero

Aunque cada fábrica, almacén u hospital es un mundo, hay patrones donde un humanoide generalista puede ofrecer ROI inmediato:

  • Logística interna: movimiento de materiales, reposición de líneas, gestión de cajas y palets ligeros en espacios preparados para humanos.
  • Inspección y rondas: lectura de indicadores, detección de anomalías visuales y actuación básica (girar válvulas, pulsar botones).
  • Operaciones de final de línea: encajado, etiquetado, paletizado ligero y control de calidad visual.
  • Servicios generales: limpieza ligera, reposiciones, tareas repetitivas en retail o hospitality.

La gran ventaja del formato humanoide no es la fuerza bruta, sino encajar en entornos humanos sin reconfigurar por completo la instalación: pasillos, escaleras, puertas, herramientas y maquinaria ya están pensados para personas.

Limitaciones reales y riesgos a gestionar

El propio enfoque “conservador” de Micic es una advertencia implícita: en la práctica, no todas las horas serán horas productivas equivalentes a un humano desde el día uno. Habrá tiempos de calibración, interrupciones, interacciones humanas y suelos no preparados. Los riesgos de seguridad, la responsabilidad civil o la ciberseguridad también exigirán procedimientos y cumplimiento normativo.

Aun así, el cálculo económico resiste incluso con amplios descuentos de productividad: si un humanoide inicial rindiese al 60–70 % de un operario, la ventaja por coste seguiría siendo significativa con un precio hora en el rango 10–14 $.

La consecuencia estratégica: de cubrir vacantes a rediseñar procesos

El mensaje a la dirección es directo: en mercados competitivos no habrá alternativa. Primero se usarán para cubrir escasez de mano de obra y turnos críticos; después, con la curva de aprendizaje, se replantearán roles completos y surgirán puestos nuevos centrados en orquestación, mantenimiento y mejora continua de flujos. El ritmo puede parecer silencioso ahora, pero si las cuentas cuadran como sugiere el análisis, la rampa llegará rápido.

Qué deberían hacer hoy las empresas que “fabrican o mueven cosas”

  1. Mapear tareas repetitivas y físicamente exigentes, con turnos y variabilidad moderada.
  2. Medir tiempos, número de toques y excepciones; de ello dependerá la productividad equivalente.
  3. Diseñar pilotos RaaS con SLA claros y métricas de ahorro por hora/lote.
  4. Preparar infraestructuras: suelo, iluminación, redes, zonas de carga y seguridad.
  5. Formar a supervisores y técnicos en operación, coordinación y mantenimiento.
  6. Planificar el cambio organizativo: reasignación de tareas, upskilling y comunicación interna.

En definitiva, el número que da pie a la discusión —≤ 14 $/hora— no es una promesa comercial, sino un techo razonable bajo supuestos explicitados. Si la industria encaja las piezas como anticipa Micic, la economía del trabajo físico cambiará antes de lo que muchos esperan.

coste robot humanoide

Preguntas frecuentes

¿Cómo calcula Micic el coste por hora de un robot humanoide?
Parte de una vida útil de 8 años, 6.600 horas/año (330 días × 20 h), coste de fabricación de 30.000 $ y operación anual de 30.000 $ (con 18.000 $ imputados a supervisión humana). Con energía, mantenimiento y tarifa de servicio, la hoja de cálculo sitúa el coste por hora entre 10,86 y 13,81 $, que el autor redondea a ≤ 14 $/h como peor caso.

¿Por qué el modelo Robot-as-a-Service puede ser más atractivo que comprar el robot?
Porque convierte CAPEX en OPEX, incluye mantenimiento y software, reduce el riesgo tecnológico y alinea costes con uso. Para el proveedor, además, mejora la recurrencia y el aprendizaje gracias a la telemetría.

¿Qué ahorro anual puede aportar un humanoide frente a un trabajador cualificado?
Con un coste laboral total de 42,53 $/h y un robot a ≤ 14 $/h, la ventaja por hora ronda 28–32 $. En 6.600 horas/año, el ahorro puede superar 180.000–200.000 $ por unidad, según el escenario.

¿Qué tareas son candidatas ideales para robots humanoides en la primera ola?
Logística interna, abastecimiento de líneas, inspección y rondas, encajado/etiquetado y servicios generales en entornos diseñados para humanos. El formato humanoide permite aprovechar instalaciones existentes (puertas, escaleras, herramientas) con mínima reingeniería.

Scroll al inicio