El Papa León XIV advierte sobre los riesgos de la inteligencia artificial en el desarrollo de los jóvenes

Durante una conferencia internacional celebrada en Roma y el Vaticano, el Pontífice llamó a una reflexión ética profunda sobre el impacto de la IA en la dignidad humana, la infancia y la sociedad

En un mensaje dirigido a los participantes de la Segunda Conferencia Anual sobre Inteligencia Artificial, Ética y Gobernanza Corporativa, el Papa León XIV ha advertido sobre los posibles efectos negativos del uso de la inteligencia artificial (IA), especialmente en niños y jóvenes. El encuentro, que tuvo lugar en Roma y en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano, reunió a expertos, empresas tecnológicas y representantes de gobiernos para debatir sobre los retos éticos y sociales de la IA.

“El acceso masivo a la información a través de la inteligencia artificial no debe confundirse con verdadera inteligencia”, expresó el Pontífice, alertando sobre las consecuencias que podría tener esta tecnología en el desarrollo intelectual y neurológico de las nuevas generaciones. “Nuestra juventud debe ser ayudada, no obstaculizada, en su camino hacia la madurez y la responsabilidad verdadera”, afirmó.

Un llamado al discernimiento ético

León XIV, el primer Papa estadounidense y elegido en mayo tras el fallecimiento de Francisco, ha hecho de la inteligencia artificial uno de los temas centrales de su pontificado. En su mensaje, reconoció el potencial de la IA para impulsar el progreso humano —por ejemplo, en áreas como la investigación médica y científica—, pero también subrayó que “la IA es ante todo una herramienta”, y que su impacto dependerá de la intención ética con la que se utilice.

Citando al Papa Francisco, recordó que “las herramientas derivan su fuerza ética de la intención del ser humano que las emplea” y advirtió que la IA puede utilizarse tanto para fines nobles como para “ganancias egoístas, o incluso para fomentar conflictos y agresiones”.

Inteligencia, dignidad y verdad

El mensaje papal destacó que los beneficios o riesgos de la IA deben analizarse desde un criterio ético superior, que tenga como base el desarrollo integral de la persona humana y la sociedad. Esto implica no solo el bienestar material, sino también el cuidado intelectual, espiritual y cultural de los pueblos.

El Papa insistió en que la verdadera inteligencia no se limita al acceso a datos, sino que está intrínsecamente ligada a la capacidad humana de abrirse a las grandes preguntas de la vida. “La sabiduría auténtica tiene más que ver con reconocer el verdadero sentido de la existencia que con la disponibilidad de información”, dijo, citando el documento vaticano Antiqua et Nova.

Riesgos para la humanidad

León XIV retomó también una preocupación ya expresada por su predecesor: la pérdida del “sentido de lo humano” en la sociedad contemporánea. En ese contexto, la inteligencia artificial —especialmente la generativa— plantea desafíos inéditos sobre la forma en que las personas entienden la realidad, procesan la información y se relacionan con la verdad, la belleza y el bien.

“El reconocimiento y respeto por lo que es único en la persona humana es esencial para cualquier marco ético adecuado en el gobierno de la IA”, subrayó.

Un aprendizaje entre generaciones

En su mensaje, el Pontífice instó a que el desarrollo de estas tecnologías se sitúe también en el contexto de un “aprendizaje intergeneracional”, donde los jóvenes puedan integrar la verdad en sus vidas morales y espirituales, y así tomar decisiones maduras que promuevan un mundo más solidario y justo.

El Papa concluyó su intervención invocando la bendición divina para los participantes de la conferencia, y deseó que sus deliberaciones ayuden a construir una inteligencia artificial que esté verdaderamente al servicio de la humanidad.

Con esta intervención, León XIV reafirma el compromiso de la Iglesia con una reflexión profunda sobre el papel de la tecnología en la vida contemporánea y sitúa el debate sobre la inteligencia artificial no solo en el terreno técnico o económico, sino también en el plano espiritual, ético y antropológico.

vía: Noticias educación

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