La guerra por el dominio de la inteligencia artificial ha llegado a un nuevo y decisivo capítulo. Elon Musk, a través de su compañía xAI, ha presentado una demanda antimonopolio contra Apple y OpenAI (creadores de ChatGPT), acusándolas de conspirar para frenar la competencia en el mercado de los chatbots. La denuncia, presentada en un tribunal federal de Texas, sostiene que ambas compañías habrían actuado de manera coordinada para limitar la visibilidad y el acceso de Grok —el modelo de lenguaje desarrollado por xAI— dentro del ecosistema de Apple.
Una acusación directa contra Apple y OpenAI
El documento judicial expone que la integración de ChatGPT en iOS ha supuesto una ventaja “injusta” para OpenAI. Según xAI, la decisión de Apple de priorizar ChatGPT dentro de sus servicios y en la App Store ha generado un escenario anticompetitivo en el que otras alternativas, como Grok, quedan relegadas a un segundo plano, pese a su éxito entre los usuarios.
La denuncia subraya un dato clave: Grok cuenta con más de 50 millones de descargas y una valoración media de 4,9 estrellas sobre 5. Sin embargo, a pesar de estas cifras, no aparece en listados destacados de la App Store, ni entre las aplicaciones más utilizadas o más descargadas. Para Musk, esta exclusión no es casualidad, sino la consecuencia directa de un acuerdo exclusivo entre Apple y OpenAI.
“Si no fuera por su acuerdo exclusivo con OpenAI, Apple no tendría motivos para abstenerse de destacar más la aplicación X y la aplicación Grok en su App Store”, recoge el texto de la demanda.
En la acción legal, xAI reclama miles de millones de dólares en daños y perjuicios, al considerar que este supuesto monopolio ha limitado gravemente su crecimiento en el mercado.
El contexto: Apple y su lucha por no quedarse atrás en IA
El movimiento judicial de Musk se produce en un momento delicado para Apple. La compañía ha reconocido que sus intentos de desplegar su propia inteligencia artificial han quedado rezagados respecto a competidores como Google, Anthropic o la propia OpenAI. En este escenario, Apple ha optado por integrar ChatGPT en sus dispositivos como vía rápida para no quedarse fuera de la carrera tecnológica.
Fuentes del sector apuntan a que Apple incluso estaría explorando acuerdos con Anthropic y Google para reforzar su oferta de IA, una estrategia que subraya la dependencia de terceros frente al liderazgo que la compañía mantiene en hardware.
La demanda de xAI podría convertirse, así, en un golpe adicional a la imagen de Apple, que ya enfrenta investigaciones y litigios previos sobre las políticas de su App Store. El caso más sonado fue la batalla legal con Epic Games, que cuestionó el control absoluto de la compañía sobre las transacciones y la distribución de aplicaciones en iOS.
OpenAI responde: “Un patrón de acoso”
La reacción de OpenAI no se ha hecho esperar. La compañía calificó la demanda como parte de un “patrón continuo de acoso” por parte de Elon Musk. Conviene recordar que Musk fue uno de los fundadores de OpenAI en 2015, pero se distanció de la organización en 2018 tras discrepancias internas y críticas abiertas a la evolución del proyecto.
En los últimos años, Musk ha acusado en múltiples ocasiones a OpenAI de abandonar sus principios fundacionales de apertura y transparencia para convertirse en una empresa guiada por intereses comerciales. Esta tensión de larga data añade un trasfondo personal al conflicto actual.
Por su parte, Apple ha preferido guardar silencio, sin emitir ninguna declaración oficial al ser consultada por medios como Reuters.
Un debate legal y tecnológico con repercusiones globales
La demanda de xAI no solo enfrenta a tres de las compañías más influyentes en el sector tecnológico; también plantea preguntas de gran calado sobre el futuro del mercado de la inteligencia artificial y el papel de las plataformas que controlan el acceso a las aplicaciones.
Expertos en derecho de la competencia señalan que la posición dominante de Apple en el mercado de los teléfonos inteligentes podría reforzar los argumentos de Musk. La clave estará en demostrar si existe un vínculo ilegal entre las ventas de iPhone y la integración preferente de ChatGPT.
“Es un indicador de cómo tratarán los tribunales la IA y el antimonopolio”, explicó Christine Bartholomew, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buffalo. En su opinión, el caso podría ser el primero en definir si existe un mercado diferenciado para la inteligencia artificial y, de ser así, cómo deben aplicarse las normas de competencia en este nuevo entorno.
Sin embargo, Apple podría defenderse argumentando que su alianza con OpenAI responde a una decisión empresarial legítima en un mercado competitivo, y que no tiene la obligación de dar visibilidad a sus rivales.
Musk ya había lanzado advertencias
Esta demanda no ha surgido de la nada. A principios de agosto, Musk ya había utilizado su red social X para lanzar duras críticas a Apple y advertir que estaba dispuesto a emprender acciones legales.
En uno de sus mensajes más comentados, aseguró que Apple “hace imposible que cualquier empresa de IA además de OpenAI alcance el puesto número 1 en la App Store”.
Ahora, esas palabras se han materializado en una acción judicial que podría tener repercusiones no solo en Estados Unidos, sino también en los mercados internacionales donde Apple y OpenAI mantienen posiciones de liderazgo.
El dilema de las plataformas: árbitros y jugadores
El caso Musk vs. Apple y OpenAI pone sobre la mesa un dilema recurrente en la economía digital: ¿pueden las plataformas tecnológicas actuar como árbitros neutrales y, al mismo tiempo, beneficiarse de acuerdos exclusivos con determinados actores?
La App Store es, en la práctica, la puerta de entrada obligatoria para cualquier aplicación que quiera llegar a cientos de millones de usuarios de iPhone en todo el mundo. El control que Apple ejerce sobre este ecosistema se ha convertido en objeto de debate político y regulatorio tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, donde ya se han aprobado leyes como la Ley de Mercados Digitales (DMA) que buscan limitar el poder de las grandes plataformas.
En este contexto, la demanda de Musk podría alimentar nuevas discusiones legislativas sobre la necesidad de garantizar una competencia real en el emergente sector de la inteligencia artificial.
Conclusión: un pulso por el futuro de la IA
La batalla legal recién comenzada entre xAI, Apple y OpenAI trasciende los intereses de las compañías implicadas. Se trata de un pulso por definir quién controla las plataformas, cómo se distribuyen las aplicaciones y qué modelos de inteligencia artificial tendrán más oportunidades de llegar a los usuarios finales.
Si los tribunales dan la razón a Musk, podría abrirse la puerta a un mayor escrutinio sobre la relación entre grandes tecnológicas y desarrolladores de IA. Si, por el contrario, Apple y OpenAI logran defender su posición, se reforzará el modelo actual de alianzas estratégicas dentro de ecosistemas cerrados.
En cualquier caso, el litigio promete marcar un precedente histórico en la relación entre innovación tecnológica, competencia empresarial y regulación.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué es Grok, el chatbot de xAI?
Grok es un modelo de lenguaje desarrollado por xAI, la compañía de Elon Musk. Está integrado en la red social X y cuenta con más de 50 millones de descargas. Ofrece una experiencia conversacional similar a ChatGPT, pero con un enfoque más abierto hacia la integración en distintas plataformas.
¿Por qué Elon Musk demanda a Apple y OpenAI?
Musk sostiene que ambas compañías han actuado de manera conjunta para frenar la visibilidad de Grok en la App Store, favoreciendo de forma exclusiva a ChatGPT. Según la demanda, esta práctica anticompetitiva limita el acceso de los usuarios a alternativas viables en el mercado.
¿Qué consecuencias podría tener esta demanda?
Si los tribunales fallan a favor de xAI, Apple podría enfrentarse a sanciones millonarias y a cambios en las políticas de la App Store. Además, el caso podría sentar un precedente en la regulación de la inteligencia artificial y la competencia en plataformas digitales.
¿Cómo se relaciona este caso con la Ley de Mercados Digitales de la UE?
La demanda refuerza el debate sobre el poder de las grandes tecnológicas en el acceso a los mercados digitales. En Europa, la Ley de Mercados Digitales ya busca limitar prácticas similares, exigiendo a plataformas como Apple que garanticen condiciones de competencia más justas.