Elon Musk ha intensificado su disputa con OpenAI al presentar una cuarta demanda contra la organización, esta vez buscando frenar su transición de entidad sin ánimo de lucro a una con fines de lucro. Según informes surgidos en septiembre, este cambio habría sido planificado para satisfacer a los inversores, algo que Musk considera un abandono de la misión original con la que se fundó OpenAI.
La demanda, que también incluye a Microsoft como parte implicada, acusa tanto a OpenAI como a su principal socio estratégico de participar en prácticas anticompetitivas y de traicionar las «contribuciones fundacionales» realizadas por Musk, quien fue uno de los cofundadores originales de la organización.
Acusaciones de comportamiento anticompetitivo
En el documento presentado ante el tribunal, Musk alega que OpenAI y Microsoft han establecido «acuerdos exclusivos» que buscan bloquear la financiación de competidores emergentes, afectando particularmente a su propia empresa de Inteligencia Artificial, xAI. Como ejemplo, menciona que un «inversor importante» en xAI ha decidido retirar su apoyo financiero, presuntamente influenciado por estos acuerdos.
Además, la demanda señala que Sam Altman, actual CEO de OpenAI, se beneficia de «autoenriquecimiento desenfrenado» a través de contratos con empresas en las que tiene intereses personales. Musk también acusa a OpenAI de aprovecharse de información competitiva confidencial obtenida de Microsoft de manera «ilícita».
Respuesta de OpenAI
Por su parte, OpenAI no ha tardado en responder a las acusaciones, calificando la demanda como «otro intento de reciclar quejas infundadas». En un comunicado oficial, la organización señaló: «El cuarto intento de Elon, que vuelve a repetir los mismos argumentos sin base, sigue siendo completamente carente de mérito.»
La respuesta de OpenAI refleja las tensiones persistentes entre Musk y Altman, quienes en el pasado han protagonizado enfrentamientos públicos sobre la dirección que debería tomar OpenAI y el desarrollo de la Inteligencia Artificial en general.
Antecedentes del conflicto
Elon Musk dejó OpenAI en 2018 tras desacuerdos sobre su estrategia futura. Desde entonces, ha criticado públicamente la organización por desviarse de su misión inicial de desarrollar Inteligencia Artificial de manera segura y en beneficio de la humanidad. Según Musk, la decisión de OpenAI de convertirse en una entidad con fines de lucro representa una contradicción directa con los principios con los que fue fundada.
Por otro lado, OpenAI ha argumentado que este cambio es necesario para asegurar la inversión necesaria para continuar avanzando en el desarrollo de tecnologías de vanguardia.
El impacto en la industria de la IA
La demanda tiene implicaciones significativas para el sector tecnológico y de la Inteligencia Artificial, ya que podría influir en cómo se estructuran las empresas en el futuro. Además, plantea cuestiones sobre ética empresarial, competencia justa y la influencia de los gigantes tecnológicos como Microsoft en este campo.
El caso, aún en sus primeras etapas, promete avivar el debate sobre el equilibrio entre innovación tecnológica, responsabilidad corporativa y competencia en un mercado cada vez más dominado por grandes jugadores.