La Comisión Europea lanza una ambiciosa estrategia para construir centros de computación masiva y entrenar modelos de IA de vanguardia, con una inversión prevista de 20.000 millones de euros
La Unión Europea quiere dejar de ser un actor secundario en la carrera global por la inteligencia artificial. Con el anuncio de la creación de las primeras cinco gigafactorías de IA en territorio europeo, la Comisión Europea da un paso clave hacia su objetivo de fortalecer la autonomía tecnológica del continente.
Estas instalaciones, de dimensiones sin precedentes, estarán equipadas con aproximadamente 100.000 chips de IA de última generación, multiplicando por cuatro la capacidad actual de las factorías ya existentes. Su función será doble: albergar infraestructuras de computación masiva y permitir el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial avanzados —como los modelos fundacionales— directamente en Europa.
Para ello, se movilizarán 20.000 millones de euros en inversión pública y privada a través del programa InvestAI, y ya se ha abierto una convocatoria para que consorcios industriales, tecnológicos y de investigación expresen su interés en participar. Se espera que los proyectos concretos se definan a mediados de 2026, una vez culminadas las consultas públicas y sectoriales actualmente en curso.
Tecnología, datos y talento: los pilares del nuevo plan europeo de IA
El plan no se limita a construir grandes infraestructuras. En paralelo, se pondrán en marcha laboratorios de datos dentro de estas instalaciones, con el objetivo de agrupar grandes volúmenes de datos de calidad procedentes de distintas fuentes. También se lanzará una estrategia de datos para establecer un verdadero mercado interno de datos que favorezca el entrenamiento de modelos IA con garantías de privacidad, interoperabilidad y seguridad.
Además, la Comisión ha anunciado nuevas medidas para atraer talento especializado en inteligencia artificial. Entre ellas, se incluye la creación de una AI Skills Academy, becas para investigadores europeos y no comunitarios, y programas de migración legal para perfiles cualificados.
Según Henna Virkkunen, vicepresidenta de Seguridad Tecnológica y Democracia de la Comisión Europea, “la inteligencia artificial está en el centro del nuevo modelo industrial europeo. La carrera mundial no ha terminado, y Europa tiene que acelerar para liderar”.
Una oportunidad crítica para el ecosistema europeo
El despliegue de estas gigafactorías representa un salto cualitativo para el ecosistema de IA europeo. A diferencia de iniciativas previas centradas en startups o hubs de innovación, estas instalaciones permitirán entrenar modelos de gran escala sin depender de infraestructuras externas.
“La gran ventaja de las gigafactorías de IA es que permitirán a las empresas e instituciones europeas acceder a capacidades de cómputo de alto rendimiento sin salir del territorio europeo, con garantías de soberanía digital y alineación regulatoria”, explica David Carrero, cofundador de Stackscale (Grupo Aire), empresa europea de infraestructura cloud. “Este paso es fundamental para que Europa no solo consuma tecnología, sino que la genere, compita y exporte”.
Carrero también advierte del reto: “Sin infraestructuras propias, no hay soberanía ni en la nube ni en la inteligencia artificial. La inversión anunciada es una oportunidad única para corregir esa dependencia estructural”.
Impulsar la adopción de la IA en toda la economía
Según datos de la Comisión, solo el 13 % de las empresas europeas utilizan soluciones de inteligencia artificial. Para revertir esta situación, se ha anunciado la estrategia Apply AI, que se concretará antes de finales de año, y que tendrá como objetivo impulsar la adopción de la IA en sectores estratégicos como el sanitario, energético, automovilístico o industrial.
La Comisión también lanzará un Cloud and AI Development Act, que busca triplicar la capacidad de los centros de datos europeos en los próximos cinco a siete años, priorizando la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Además, se ha prometido una simplificación de las normas y regulaciones digitales, con propuestas concretas antes de final de año para facilitar el despliegue de IA tanto en grandes empresas como en pymes y el sector público.
Una carrera estratégica que define el futuro digital de Europa
El conjunto del plan de acción configura una apuesta integral para posicionar a Europa en el mapa global de la inteligencia artificial. Con infraestructuras, talento, normativa, datos y financiación coordinadas, la UE aspira a ser no solo un espacio seguro para la innovación, sino también competitivo frente a Estados Unidos y China.
Las próximas semanas serán clave para que gobiernos, empresas e instituciones presenten sus propuestas de participación en las futuras gigafactorías. Mientras tanto, los esfuerzos regulatorios y de inversión seguirán avanzando con el horizonte puesto en 2026, fecha prevista para que comiencen a tomar forma los primeros centros.
Con este movimiento, Bruselas lanza un mensaje claro: Europa no quiere quedarse atrás en la revolución de la inteligencia artificial. Quiere liderarla desde su propia infraestructura, su propio conocimiento y con reglas propias. Una apuesta que redefine el papel tecnológico del continente en las próximas décadas.