Elon Musk ha accedido a suspender temporalmente el uso de datos de usuarios europeos de X (anteriormente Twitter) para entrenar su chatbot Grok, tras la intervención de la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC). Esta decisión sigue a las acciones legales iniciadas por el organismo regulador debido a preocupaciones sobre la gestión de datos personales sin el consentimiento adecuado por parte de la plataforma.
Aunque Musk ha aceptado detener el procesamiento de datos de los usuarios europeos, ha manifestado que considera «injustificada» la orden judicial emitida por la DPC, argumentando que los usuarios tienen la opción de desmarcar una casilla en sus configuraciones de privacidad para optar por no permitir el uso de sus datos en el entrenamiento del modelo de inteligencia artificial.
El DPC ha recibido de manera positiva la cooperación de Musk para suspender la recolección de datos, pero ha señalado que X comenzó a procesar los datos de los usuarios de la UE desde el 7 de mayo, ofreciendo la opción de optar por no participar (a algunos usuarios) solo a partir del 16 de julio. Como resultado, la jueza Leonie Reynolds, durante una audiencia celebrada el jueves, determinó que todos los datos recopilados de los usuarios europeos de X entre el 7 de mayo y el 1 de agosto no se utilizarán para el entrenamiento del chatbot hasta que se emita una resolución definitiva del tribunal.
Este caso subraya el creciente escrutinio regulatorio en Europa en torno a la gestión de datos por parte de las grandes tecnológicas. La decisión de X de cumplir con la orden judicial se une a movimientos similares de otras empresas tecnológicas. Meta, por ejemplo, decidió no lanzar su nuevo modelo de inteligencia artificial, Llama 3, después de enfrentar una revisión rigurosa por parte de la DPC sobre el uso y procesamiento de datos. Google, por su parte, acordó retrasar y modificar su chatbot Gemini debido a preocupaciones similares.
El aumento de la regulación en Europa destaca la importancia de una mayor protección de datos y pone de relieve los desafíos que enfrentan las empresas tecnológicas en la era de la inteligencia artificial.