La herramienta presentada en Google I/O 2025 combina modelos como Veo 3, Imagen 4 y Gemini para producir escenas cinematográficas completas sin actores ni cámaras. Hollywood ya reacciona con preocupación ante el avance imparable de la IA generativa.
La industria cinematográfica ha recibido un nuevo aviso: Google Flow, la herramienta de creación de películas impulsada por inteligencia artificial, ha sido oficialmente presentada durante el evento Google I/O 2025. Capaz de generar clips realistas a partir de simples descripciones en lenguaje natural, Flow supone un punto de inflexión en la producción audiovisual, y no ha tardado en provocar inquietud entre creativos, productores y sindicatos del sector en Hollywood.
Una nueva forma de hacer cine, sin rodajes ni decorados
Flow nace de la integración de tres de los modelos de IA más avanzados de la compañía:
- Veo 3: generación de vídeo hiperrealista.
- Imagen 4: creación de imágenes de alta calidad.
- Gemini: procesamiento y comprensión de lenguaje natural.
El usuario puede describir escenas como “una persecución bajo la lluvia en una ciudad futurista” y Flow se encarga del resto: genera clips de hasta ocho segundos, personalizables con distintos ángulos de cámara, ajustes de iluminación y estilo visual. Estos clips pueden combinarse para crear secuencias completas, lo que convierte la herramienta en una suerte de plató virtual gobernado por prompts.
Además, la plataforma cuenta con un sistema de edición que permite gestionar activos, diseñar transiciones y construir narrativas complejas sin necesidad de grabaciones físicas ni equipos técnicos.
Hollywood reacciona: “Esto lo cambia todo”
El impacto de Flow no se ha hecho esperar. Según medios como The Verge y Business Insider, los estudios de cine y televisión están valorando con cautela esta nueva herramienta. La posibilidad de generar contenido audiovisual completo sin cámaras, actores ni locaciones físicas supone un cambio estructural en el modelo de producción tradicional.
La preocupación se intensifica por el uso potencial de Flow en idiomas múltiples gracias a su integración con Gemini y modelos de voz IA. Esto permite doblajes automáticos e incluso crear versiones nativas de una película en diferentes lenguas, sin necesidad de volver a grabar ni contratar equipos adicionales.
Sindicatos como el de actores (SAG-AFTRA) y guionistas ya han señalado que este tipo de tecnología “pone en riesgo miles de empleos creativos y técnicos si no se regula adecuadamente”.
Accesibilidad y modelo de negocio
Por ahora, Flow está disponible exclusivamente en Estados Unidos como parte de los planes de suscripción Google AI Pro y AI Ultra, este último ofreciendo acceso anticipado a capacidades avanzadas como generación de sonido, doblaje multilingüe y herramientas de edición inteligente.
El objetivo, según Google, es democratizar la producción de contenido y ofrecer una herramienta potente tanto para creadores independientes como para grandes estudios.
¿Una amenaza o una oportunidad?
Para la industria de la IA, Flow representa la culminación de una promesa largamente acariciada: convertir el texto en vídeo con calidad profesional. Las implicaciones son profundas no solo para el cine, sino para la publicidad, la educación, el entretenimiento y los contenidos corporativos.
Sin embargo, el debate ético y regulatorio está lejos de resolverse. ¿Quién es el autor de una película creada por IA? ¿Cómo se protegen los derechos de imagen, las voces o los estilos visuales que la IA podría imitar? ¿Es el resultado arte o automatización?
Un futuro aún por escribir
La llegada de Google Flow no es un episodio aislado. Se suma a otras herramientas de generación como Sora de OpenAI, Runway Gen-3, o Pika Labs, en una carrera por conquistar el espacio audiovisual mediante la inteligencia artificial.
Mientras tanto, la industria tradicional debe reaccionar. El reto no es solo tecnológico, sino también cultural: aceptar que la creatividad humana tiene ahora un competidor inesperado que no necesita luces, cámara ni acción… solo un buen prompt.
📌 Google Flow marca un antes y un después en la generación de contenido visual por IA. El cine, tal y como lo conocemos, está a punto de reinventarse.