La Inteligencia Artificial (IA) generativa ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, y con ello, la adopción potencial de contenido generado por IA en el ámbito empresarial. Sin embargo, un tema crucial que suele pasar desapercibido es la propiedad intelectual (IP) de dicho contenido.
El 16 de marzo de 2023, la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos emprendió un esfuerzo para investigar las inquietudes en torno a la legislación y política de derechos de autor en relación con la IA generativa. Esta iniciativa responde a los impresionantes avances en tecnologías de IA generativa y su creciente uso tanto por individuos como por empresas.
La Oficina de Derechos de Autor ha recibido solicitudes del Congreso y del público en general, incluyendo creadores y usuarios de IA, para analizar los problemas planteados por los derechos de autor en este contexto. Ya se están tramitando solicitudes de registro de obras que incluyen contenido generado por IA.
La directora de la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU., Shira Perlmutter, aclaró la posición actual en relación con los derechos de autor de obras creadas mediante IA: «Si los elementos tradicionales de autoría de una obra fueron producidos por una máquina, la obra carece de autoría humana y la Oficina no la registrará».
Perlmutter explicó que el arte digital, los poemas y los libros generados con herramientas como DALL-E, Stable Diffusion, Midjourney, ChatGPT o incluso el recién lanzado GPT-4 no estarán protegidos por derechos de autor si fueron creados por humanos utilizando solo una descripción de texto o un mensaje.
El auge de la IA generativa se debe a la madurez en la creación de imágenes, la proliferación de herramientas de escritura y el surgimiento de herramientas de video y audio. La aparición de GPT-4, la adopción de API y las soluciones de código abierto LLM han impulsado aún más esta tendencia.
Gigantes tecnológicos como Microsoft y Google están integrando características de IA generativa en sus paquetes empresariales, lo que permite a las empresas implementar flujos de trabajo creativos y producir contenido a gran escala. Esto sugiere que el contenido creativo está a punto de experimentar un crecimiento explosivo.
No obstante, no está claro si los profesionales creativos, las empresas y los creadores de contenido comprenden los aspectos legales de la propiedad intelectual en concordancia con la legislación vigente en materia de derechos de autor. La falta de debate en torno a este tema genera incertidumbre y plantea desafíos para el ámbito legal y la comunidad de abogados especializados en propiedad intelectual.