Lovable roza los 8 millones de usuarios: la ola del “vibe coding” acelera… con dudas sobre su techo

La startup sueca Lovable, plataforma de programación asistida por Inteligencia Artificial, se aproxima a los 8 millones de usuarios apenas un año después de su fundación. La cifra supone más del triple respecto a los 2,3 millones comunicados en julio y llega acompañada de un dato que ilustra el ritmo de adopción: en la plataforma se crean unos 100.000 “productos” al día, según explicó su cofundador y CEO, Anton Osika, durante el Web Summit de Lisboa.

Para una compañía con solo doce meses de vida, el crecimiento ha sido también financiero. Lovable ha levantado 228 millones de dólares hasta la fecha, incluyendo una serie A de 200 millones el pasado verano que situó su valoración en 1.800 millones de dólares. En junio, la empresa hizo público otro hito: 100 millones de dólares de ingresos recurrentes anuales (ARR). Desde entonces, y pese a los rumores de que nuevos inversores aspirarían a una ronda a 5.000 millones de valoración, el CEO rehúye hablar de nuevas captaciones: “no estamos constreñidos por capital”, señaló.

De GPT Engineer a una plataforma para “el 99 % que no programa”

Lovable nació del boom que siguió a GPT Engineer, una herramienta open source creada por Osika que se viralizó entre desarrolladores. “Me di cuenta de que la oportunidad real estaba en el 99 % de la gente que no sabe programar”, ha contado. Sobre esa intuición levantó Lovable: un entorno guiado por IA capaz de convertir instrucciones naturales en código operativo, de generar interfaces y, con ayuda de flujos predefinidos, desplegar aplicaciones completas sin escribir una línea de código.

El arco de usuarios que describe la empresa es, cuando menos, heterogéneo. Más de la mitad de las compañías del Fortune 500 emplearían la plataforma “para acelerar la creación de software interno y prototipos”, asegura Osika. En el otro extremo, cita casos de consumo: desde un estudiante de 11 años en Lisboa que replicó un “Facebook” para su colegio hasta un tándem sueco que afirma facturar 700.000 dólares anuales con un proyecto lanzado hace siete meses sobre Lovable. La compañía, además, ha superado el umbral de 100 empleados y ha comenzado a fichar liderazgo en San Francisco para reforzar su sede en Estocolmo.

Velocidad de crucero… y las primeras señales de fatiga

El atractivo macro del fenómeno es evidente: IA + low/no-code que abarata y acorta el ciclo de desarrollo. Para las organizaciones, la promesa es idear, prototipar y validar más rápido y con menos dependencia de equipos saturados de desarrollo. Sin embargo, no todo son señales de aceleración.

Análisis de Barclays durante el verano y tendencias de búsqueda de Google Trends detectaron descensos de tráfico en varios de los servicios con más notoriedad —incluida Lovable y el v0 de Vercel— tras un pico a comienzos de año. En el caso concreto de Lovable, el tráfico habría caído un 40 % en septiembre, según los analistas. “¿Ha tocado techo el ‘vibe coding’ o se trata de una meseta transitoria antes de un nuevo ascenso?”, se preguntaban en una nota a inversores.

La foto operativa que ofrece la empresa es más amable: retención neta de ingresos superior al 100 % —los usuarios gastan más con el tiempo— y expansión en cuentas corporativas. Lovable también insiste en que el uso profesional —no el recreativo— es el que marcará su trayectoria. De ahí la prioridad en planes enterprise, controles de permisos, auditoría, privacidad y capacidades de despliegue integradas en flujos de CI/CD.

¿Qué significa el “salto” para empresas y equipos de TI?

1) Menos fricción en la fase 0–1. Lovable y plataformas análogas comprimen semanas en días al hacer más directa la traducción idea → prototipo funcional. En marketing, ops comerciales o IT interno, esta reducción del lead time es tangible.

2) Democratización con condiciones. Que no programadores puedan construir utilidades internas o prototipos no elimina el papel del equipo técnico: estandarizar componentes, supervisar seguridad, definir guardarraíles (datos, APIs, permisos) y operar en producción sigue siendo trabajo de ingeniería.

3) Gobernanza del “sombra”. La aceleración sin disciplina puede multiplicar deuda: herramientas duplicadas, datos sensibles en manos de equipos sin criterios de minimización y propiedad difusa del código generado por IA. Además de licencias y auditoría, conviene crear un catálogo corporativo de stacks aprobados y políticas claras de uso.

4) Unit economics y ROI real. El “ARR 100 M$” es una prueba de tracción, pero el retorno para el cliente depende de métricas operativas (tiempo ahorrado, time-to-market, calidad de salida, costes de mantenimiento). En 2025/2026 se impondrá el “menos wow, más números”: cuadros de mando, comparativas y coste por entrega.

¿Hacia dónde va el “vibe coding”?

Tres vectores decidirán si Lovable y sus competidores consolidan su lugar en el stack:

  • Profundidad técnica: pasar de “páginas bonitas” a aplicaciones transaccionales con modelos de datos robustos, pruebas, seguridad y observabilidad.
  • Integración enterprise: identidad corporativa, SSO, SCIM, control de versiones, entornos, circuitos de aprobación y despliegue controlado.
  • Economía de plataforma: precios que encajen con equipos grandes y uso persistente, y no solo con picos de curiosidad.

Si Lovable quiere sostener su curva, deberá optimizar la ejecución en esos tres frentes a la vez que contiene el gasto de crecimiento. La retención > 100 % sugiere que, al menos en su cohorte enterprise, la plataforma gana profundidad con el tiempo.

¿Burbuja o nueva capa del stack?

Como cualquier oleada tecnológica, el “programar por vibración” —guiado por prompts, patrones y agentes— experimenta sobrerreacción inicial: picos de tráfico, oleadas de hype y, luego, una depuración que separa usos recreativos de casos reales. Que Lovable haya triplicado usuarios en cuatro meses y que más de la mitad del Fortune 500 lo pruebe como acelerador interno habla de curiosidad convertida en práctica. El descenso puntual de tráfico y la contención del discurso financiero son recordatorio de que la fase 2escala con disciplina— empieza ahora.

A corto plazo, el camino probable pasa por menos “lienzo en blanco” y más plantillas opinadas para escenarios recurrentes (formularios/procesos internos, catálogos, frontales de datos), reforzadas con control de acceso, versionado y despliegue seguro. Si esa línea de producto se consolida, Lovable habrá dado el salto de herramienta brillante a capa estable del stack de creación de software.


Claves rápidas

  • Usuarios: cerca de 8 millones (vs 2,3 millones en julio).
  • Actividad: 100.000 productos al día.
  • Financiación: 228 millones $ totales; serie A de 200 millones $; valoración 1.800 millones $.
  • Ingresos: ARR 100 millones $ en junio (sin actualización posterior).
  • Empresas: uso en > 50 % del Fortune 500; retención > 100 %.
  • Equipo: > 100 empleados, refuerzo ejecutivo desde San Francisco.
  • Señales mixtas: tráfico –40 % en septiembre, según Barclays; debate sobre la fatiga del “vibe coding”.

Preguntas frecuentes

¿Qué riesgos operativos debe vigilar una empresa que adopta Lovable u otras herramientas de IA low-code?
Tres, principalmente: seguridad (datos/credenciales en prompts y conectores), gobernanza (surgimiento de “aplicaciones sombra” sin dueños claros) y mantenibilidad (proyectos que nacen sin versionado ni observabilidad). La respuesta pasa por catálogo de plantillas aprobadas, SSO/SCIM, permisos por rol, revisión de pull requests y despliegue controlado con entornos.

¿Cómo medir el ROI real más allá del hype?
Defina KPIs previos: tiempo de ciclo (idea→MVP), tasa de correcciones post-lanzamiento, adopción interna, coste por entrega y impacto en backlog de TI. Compare un equipo piloto con/control y exija paneles que muestren productividad por caso de uso, no solo contadores de “apps creadas”.

¿Qué papel juega el equipo de ingeniería si “cualquiera” puede crear apps?
Sigue siendo central: fija estándares de calidad, mantiene componentes reutilizables, audita seguridad, diseña pipelines de CI/CD y gobierna datos y APIs. La democratización no sustituye a ingeniería; la reorienta hacia productividad y plataforma interna.

¿Qué señales anticipan que la adopción trasciende el pico de moda?
Retención y expansión en cuentas enterprise, integraciones profundas (SSO, repos, despliegue), menor dependencia de búsquedas y más uso recurrente desde accesos directos corporativos, y historias de negocio (tiempo a mercado, ahorro) verificables.

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