Mark Zuckerberg y Daniel Ek Explican por qué Europa debe adoptar la IA de código abierto

La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de transformar el mundo, aumentando la productividad humana, acelerando el progreso científico y añadiendo billones de dólares a la economía global. Sin embargo, algunos están mejor posicionados que otros para beneficiarse de esta tecnología innovadora. Ya se están comenzando a notar las diferencias entre quienes tienen acceso para construir con esta tecnología extraordinaria y quienes no, lo que hace crucial para las organizaciones europeas aprovechar la IA de código abierto. Los modelos de código abierto, cuyos pesos se publican con una licencia permisiva, aseguran que el poder no se concentre en unas pocas grandes entidades y crean un terreno de juego equilibrado, como sucedió anteriormente con internet.

El internet, en gran medida, funciona con tecnologías de código abierto, y muchas de las principales empresas tecnológicas también lo hacen. Creemos que la próxima generación de ideas y startups se construirá con IA de código abierto, ya que permite a los desarrolladores incorporar las últimas innovaciones a bajo costo y otorga a las instituciones más control sobre sus datos. Es la mejor oportunidad para aprovechar la IA, impulsar el progreso y crear oportunidades económicas y de seguridad para todos.

Meta publica muchos de sus adelantos tecnológicos en IA, incluyendo sus modelos avanzados de lenguaje grande Llama, que ya están siendo utilizados por instituciones públicas e investigadores para acelerar la investigación médica y preservar lenguas. Europa, con más desarrolladores de código abierto que Estados Unidos, se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar al máximo esta ola de IA de código abierto. Sin embargo, su estructura regulatoria fragmentada y plagada de implementaciones inconsistentes está frenando la innovación y limitando a los desarrolladores. En lugar de reglas claras que informen y guíen cómo las empresas deben operar, nuestra industria enfrenta regulaciones superpuestas y directrices inconsistentes sobre cómo cumplir con ellas. Sin cambios urgentes, las empresas europeas, los académicos y otros podrían perder la oportunidad de invertir en la próxima ola de tecnología y crecimiento económico.

Spotify se enorgullece de ser reconocida como un éxito tecnológico europeo, pero somos conscientes de que somos una de las pocas compañías en esa posición. Mirando hacia atrás, está claro que nuestra inversión temprana en IA convirtió a la empresa en lo que es hoy: una experiencia personalizada para cada usuario que ha llevado a miles de millones de descubrimientos de artistas y creadores en todo el mundo. Al mirar hacia el futuro del streaming, vemos un potencial tremendo para usar la IA de código abierto en beneficio de la industria. Esto es especialmente importante en términos de cómo la IA puede ayudar a que más artistas sean descubiertos. Una estructura regulatoria simplificada no solo aceleraría el crecimiento de la IA de código abierto, sino que también brindaría un apoyo crucial a los desarrolladores europeos y al ecosistema más amplio de creadores que contribuyen y prosperan con estas innovaciones.

Regular contra daños conocidos es necesario, pero una regulación preventiva contra daños teóricos para tecnologías emergentes como la IA de código abierto sofocará la innovación. La regulación compleja y aversa al riesgo de Europa podría impedir que capitalice las grandes apuestas que pueden traducirse en grandes recompensas. Tomemos como ejemplo la aplicación desigual del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE. Esta directiva se creó para armonizar el uso y flujo de datos, pero en cambio los reguladores de privacidad de la UE están creando retrasos e incertidumbre, sin poder ponerse de acuerdo sobre su aplicación. Por ejemplo, se ha pedido a Meta que retrase el entrenamiento de sus modelos con contenido compartido públicamente por adultos en Facebook e Instagram, no porque se haya violado alguna ley, sino porque los reguladores no han acordado cómo proceder. A corto plazo, retrasar el uso de datos que se utilizan rutinariamente en otras regiones significa que los modelos de IA más potentes no reflejarán el conocimiento colectivo, la cultura y los idiomas de Europa, y los europeos no podrán usar los productos de IA más recientes.

Estas preocupaciones no son teóricas. Dada la actual incertidumbre regulatoria, Meta no podrá lanzar modelos próximos como Llama multimodal, que tiene la capacidad de comprender imágenes. Esto significa que las organizaciones europeas no accederán a la última tecnología de código abierto, y los ciudadanos europeos estarán sujetos a una IA construida para otros. La cruda realidad es que las leyes diseñadas para aumentar la soberanía y la competitividad europea están logrando lo contrario. Esto no se limita solo a nuestra industria: muchos directores ejecutivos europeos, en diversos sectores, citan un entorno regulatorio complejo e incoherente como una razón para la falta de competitividad del continente.

Europa debería simplificar y armonizar las regulaciones aprovechando los beneficios de un mercado único y diverso. Basta con observar la creciente brecha entre el número de líderes tecnológicos europeos y los de América y Asia, una brecha que también se extiende a unicornios y otras startups. Europa necesita facilitar la creación de grandes empresas y retener mejor su talento. Muchos de sus mejores y más brillantes en IA eligen trabajar fuera de Europa.

En resumen, Europa necesita un nuevo enfoque con políticas más claras y una aplicación más consistente. Con el entorno regulador adecuado, combinado con la ambición correct acertada y algunos de los mejores talentos de IA del mundo, la UE tendría una oportunidad real de liderar la próxima generación de innovación tecnológica. Creemos que la IA de código abierto puede ayudar a las organizaciones europeas a aprovechar al máximo esta nueva tecnología, nivelando el campo de juego, y esperamos que la UE no limite las posibilidades que apenas estamos comenzando a explorar. Aunque Spotify y Meta usan la IA de manera diferente, coincidimos en que una regulación reflexiva, clara y consistente puede fomentar la competencia y la innovación, al tiempo que protege a las personas y les da acceso a tecnologías nuevas que las empoderen.

Mientras todos podemos esperar que con el tiempo estas leyes se refinen, también sabemos que la tecnología avanza rápidamente. En su curso actual, Europa perderá esta oportunidad única en una generación. Porque lo único que Europa no tiene, a menos que quiera arriesgarse a quedarse atrás, es tiempo.
Fuente: Zona de prensa de Meta.

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