Meta presenta LlaMa 2: Una «IA open source» que no cumple con las normas

Meta, la empresa detrás de Facebook, ha anunciado recientemente su modelo de lenguaje LlaMa 2, diseñado para competir con las versiones GPT-3.5/4 de OpenAI. En la presentación del producto, Meta enfatizó su carácter «open source» y su disponibilidad para uso comercial. Sin embargo, al analizar en detalle, parece que hay algunas incongruencias en estas afirmaciones.

Para empezar, es esencial separar los términos «open source» y «libre uso comercial». Aunque LlaMa 1 ya se presentó como «open source», no ofrecía libre uso comercial. Sorprendentemente, la versión 2 de LlaMa tampoco ofrece libre uso comercial en su totalidad. Según su licencia de uso, si un servicio tiene «700 millones de usuarios activos mensuales» en el momento de su lanzamiento, deberá solicitar una licencia específica a Meta. En otras palabras, no todos pueden usar este modelo libremente en el ámbito comercial.

El término «open source» está claramente definido por la Open Source Initiative, una organización que promueve el software de código abierto. Según su definición, hay diez características clave que un software debe tener para ser considerado verdaderamente «open source». Algunas de estas características incluyen la redistribución gratuita, no discriminar contra ciertas personas o actividades y no restringir otro software. El problema con LlaMa 2 radica en la violación del principio que prohíbe la discriminación contra campos de actividad específicos. Al limitar el uso basado en el número de usuarios, Meta está violando este principio.

Además, si consideramos que el modelo de Meta se podrá distribuir y usar libremente, también estaría violando el principio que dice que los derechos del programa deben aplicarse a todos por igual. Esto es debido a que algunos usuarios tendrán que adquirir una licencia especial para usar el modelo.

En conclusión, aunque LlaMa 2 ofrece más libertad en términos de uso y modificación que los modelos GPT de OpenAI, no cumple completamente con la definición tradicional de «open source». Por lo tanto, aunque es un paso en la dirección correcta, todavía tiene limitaciones que deben ser abordadas.

Vía: Genbeta

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