La llegada de Nano Banana Pro sobre Gemini 3 está provocando algo que hace solo un par de años sonaba exagerado: que muchos usuarios dejen de abrir Canva, Figma o incluso parte del ecosistema Adobe para sus tareas visuales del día a día.
La diferencia clave no es un botón nuevo de IA en un editor clásico, sino el enfoque:
- Antes, el centro era la herramienta de diseño, a la que se le añadían “parches” de IA.
- Ahora, el centro es la conversación con la IA, y el diseño aparece como consecuencia directa de lo que se escribe en un prompt.
Ese cambio de eje hace que un montón de tareas gráficas —miniaturas, infografías, portadas, mockups, adaptaciones de formato— se puedan resolver sin salir del chat, con resultados suficientemente buenos como para replantearse qué papel tienen los editores tradicionales en el flujo de trabajo.
Ejemplos que antes iban a Canva… y ahora se quedan en la IA
Para entender el salto, basta repasar algunas situaciones muy comunes en las que antes se abría Canva casi por reflejo.
1. Retoque de retratos y filtros naturales
El típico caso: alguien necesita una foto de perfil para LinkedIn, la web de su proyecto o la portada de una newsletter.
Antes:
- Subir la foto a Canva.
- Probar filtros uno tras otro.
- Ajustar brillo, contraste, saturación.
- Luchar contra el efecto “piel de plástico” de algunos retoques automáticos.
Con Gemini 3 + Nano Banana Pro, el proceso es más directo y mucho menos técnico. Se puede escribir, por ejemplo:
Mejora este retrato manteniendo las facciones reales: suaviza ligeramente ojeras, refina la textura de la piel sin borrar arrugas finas, corrige el color para que la piel se vea natural y evita cualquier efecto de piel de porcelana.
La IA entiende el objetivo: un retoque discreto y creíble, más cercano a lo que pediría una persona a un retocador profesional que a un filtro genérico de “belleza extrema”.
2. Miniaturas para YouTube y portadas de vídeo
Las miniaturas para YouTube o las portadas para vídeos cortos han sido territorio típico de Canva: plantillas, tipografías grandes, fondos llamativos.
Ahora, el usuario puede resolverlo sin cambiar de ventana con un prompt como:
Crea una miniatura para YouTube de un vídeo titulado «Tu primer prompt». Quiero una persona en primer plano, expresión entusiasta, fondo de colores vivos con elementos relacionados con chat, burbujas de mensaje y símbolos de IA. El texto «Tu primer prompt» debe leerse perfectamente incluso en pantallas pequeñas.
La IA devuelve una miniatura completa: composición, texto integrado y estilo visual coherente. Si no encaja del todo, se afina con lenguaje natural:
- “Haz el fondo más limpio, con menos ruido visual.”
- “Cambia la paleta a tonos azules y morados.”
- “Dale un estilo más corporativo y menos ‘youtuber’ clásico.”
La persona ya no está buscando plantillas; está definiendo la intención y dejando que la IA resuelva la ejecución.
3. Infografías para explicar ideas complejas
Las infografías son otro clásico: perfectas para resumir procesos, carreras profesionales, metodologías o comparativas.
Antes:
- Elegir plantilla en Canva.
- Encajar textos en bloques, cambiar iconos, ajustar tamaños.
- Perder 30–40 minutos hasta que “todo respira bien”.
Ahora, con un prompt cuidado, la IA puede generar una infografía prácticamente lista para publicar:
Crea una infografía clara y visual que explique la trayectoria de una profesional del ámbito digital que ha pasado por soporte técnico, desarrollo web, marketing online y divulgación de IA. Usa una línea temporal, iconos sencillos, títulos cortos y colores modernos. No muestres fotos de la persona, solo elementos gráficos.
El resultado: una infografía con estructura lógica, jerarquía visual y estilo homogéneo. Y, si se necesita otra versión, basta añadir:
- “Haz una versión vertical pensada para stories.”
- “Simplifica el texto para que se lea en menos de 10 segundos.”
Mockups de productos: discos, libros, apps… y packaging de productos manchegos
Los mockups eran uno de los argumentos más fuertes de las plataformas de diseño: portadas de libros, apps en móviles, camisetas, tazas, vinilos, envases, carteles en la calle…
Con Gemini 3 y Nano Banana Pro, la lógica es otra: se describe la escena y el modelo construye el mockup directamente, sin tener que buscar plantillas externas.
Por ejemplo, en lugar de hablar de discos genéricos, pensemos en algo muy concreto y local: un packaging de aceite de oliva virgen extra manchego. El prompt podría ser así:
Diseña el packaging completo de una botella de aceite de oliva virgen extra de La Mancha.
La botella es de cristal oscuro, alta y elegante, con tapón de madera natural.
La etiqueta principal debe combinar un estilo moderno con guiños tradicionales manchegos: tonos verde oliva y crema, un pequeño motivo inspirado en los molinos de viento y campos de olivos al fondo en forma de ilustración minimalista.
Incluye en la etiqueta el nombre ficticio «Campos de La Mancha», un espacio para la mención a denominación de origen, información básica del producto y un pequeño sello que transmita calidad artesanal.
Genera también un mockup en el que se vea la botella sobre una mesa de madera rústica, con algunas aceitunas y ramas de olivo alrededor, iluminación cálida y fondo desenfocado.
Con una sola instrucción bien planteada, la IA:
- Crea la etiqueta con tipografía, colores y elementos gráficos coherentes.
- Construye la botella en 3D o simulada.
- Sitúa todo en un entorno fotográfico que cuenta una historia: producto local, calidad, origen manchego.
Lo mismo aplica a otros productos:
- Una app dentro de un móvil sobre un escritorio minimalista.
- Un libro de no ficción con su portada en un entorno de lectura.
- Un envase de queso, vino, cosmética natural o cualquier producto regional.
La clave es siempre la misma: antes había que combinar varias webs (mockups, editor, banco de imágenes); ahora se resuelve en un solo flujo conversacional.
Qué más permite hacer Gemini 3 con imágenes
Más allá de estos casos, el abanico de posibilidades cada vez es mayor.
1. Variaciones creativas a gran escala
- Probar el mismo concepto visual en diferentes estilos: ilustración flat, acuarela, cómic, fotográfico, collage.
- Generar múltiples versiones de una misma pieza para test A/B en redes o campañas.
Todo se hace ajustando el prompt: “ahora con estética vintage”, “ahora como si fuera un cartel de cine clásico”, “ahora muy minimalista, casi sin color”.
2. Adaptación automática a formatos y plataformas
En lugar de rediseñar a mano para cada plataforma, se puede pedir:
A partir de esta imagen, crea versiones optimizadas para:
– story vertical,
– post cuadrado para Instagram,
– portada de vídeo corto,
– cabecera de blog en formato horizontal,
manteniendo la misma identidad visual y el texto legible en todos los tamaños.
La IA se encarga de recolocar elementos, ajustar márgenes y preservar la coherencia de marca.
3. Cambio de fondos y escenarios con lógica visual
No solo se trata de borrar el fondo y poner otro; la IA entiende el contexto:
- “Pon este producto en una cocina moderna con luz natural que entre por la izquierda.”
- “Traslada a esta persona a una plaza de pueblo manchego al atardecer.”
- “Convierte este fondo neutro en un paisaje urbano nocturno con luces desenfocadas.”
La iluminación, las sombras y la profundidad se adaptan a la nueva escena, algo que antes requería bastante trabajo manual.
4. Storyboards y guiones gráficos visuales
Para lanzar un curso, un vídeo o una campaña, se puede pedir:
Genera un storyboard de 10 escenas que muestre cómo una pequeña empresa tradicional empieza a usar IA para mejorar su trabajo diario: desde la primera duda hasta ver resultados. Estilo ilustrado sencillo, con personajes cercanos y textos breves debajo de cada viñeta.
La IA crea una narrativa visual coherente que luego se puede pulir, pero el bloqueo de la “página en blanco” desaparece.
5. Prototipos rápidos de identidad visual
Antes de encargar un branding completo, se puede pedir a la IA:
Crea una serie de 8 imágenes que definan la línea visual de una marca de productos gourmet manchegos: colores, estilo de ilustraciones, tipo de tipografías y atmósfera general, pensada para web, redes sociales y packaging.
Esto da un primer mapa visual que sirve tanto al cliente como al diseñador profesional para partir de algo más tangible que una descripción verbal.
No es el fin del diseño, pero sí del diseño “por obligación”
Nada de esto significa que Canva, Figma o Adobe vayan a desaparecer. Siguen siendo esenciales en:
- Equipos que diseñan productos complejos y colaboran a gran escala.
- Proyectos donde hay que controlar al milímetro cada píxel, cada versión, cada guideline de marca.
- Flujos de trabajo integrados con desarrollo, impresión, vídeo y muchas capas de aprobación.
Pero sí marca un cambio de etapa:
gran parte del trabajo visual cotidiano —lo que antes se hacía “porque no quedaba otra que abrir un editor”— pasa a resolverse directamente con la IA.
La persona deja de pelearse con plantillas y menús y empieza a pensar en términos de mensaje, contexto y emoción. El diseñador deja de ser un operador de clics y se convierte, más que nunca, en alguien que pone criterio, coherencia y visión a lo que la IA puede generar en segundos.
Y es ahí donde Nano Banana Pro y Gemini 3 están “estresando” a las herramientas clásicas: no compiten solo en funciones, sino en redefinir quién tiene el control creativo y cuánto tiempo hace falta para pasar de la idea a la imagen final.





