La compañía, respaldada por Microsoft, busca revolucionar el mercado laboral ofreciendo asistentes avanzados que prometen reemplazar tareas propias de profesionales altamente cualificados.
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, está preparando una nueva línea de «agentes» de inteligencia artificial (IA) que, según un informe de The Information, podrían costar entre 2.000 y 20.000 dólares al mes (alrededor de 1.850 y 18.500 euros, respectivamente). Estos agentes están diseñados para realizar tareas especializadas que tradicionalmente requieren experiencia humana, desde programación automática hasta pruebas de hipótesis, y se espera que generen entre el 20% y el 25% de los ingresos totales de la compañía a largo plazo.
Los agentes estarían divididos en diferentes niveles, desde aquellos dirigidos a «trabajadores del conocimiento con ingresos altos» hasta opciones avanzadas de nivel PhD, capaces de realizar tareas complejas como la redacción automática de código o la investigación científica avanzada. Este movimiento representa un salto significativo en la estrategia de monetización de OpenAI, que hasta ahora ofrecía su suscripción más cara para chatbots no agentes por 200 dólares al mes (unos 185 euros) y aún seguía operando con pérdidas.
El futuro del trabajo: ¿IA vs. humanos?
La decisión de OpenAI de lanzar agentes de IA con precios tan elevados refleja un cambio de paradigma en el mercado laboral. Según analistas, las empresas que estén dispuestas a pagar hasta 20.000 dólares mensuales por estos servicios están apostando por la eficiencia y el ahorro que la inteligencia artificial puede ofrecer frente a la contratación de profesionales humanos. «No se trata de si la IA puede hacer el trabajo, sino de quién se adapta primero», señala Joshua B. Lee, experto en tecnología y autor.
El anuncio también destaca el creciente interés de los inversores en este sector. SoftBank, uno de los principales accionistas de OpenAI, ya ha comprometido 3.000 millones de dólares (aproximadamente 2.770 millones de euros) para el desarrollo de productos relacionados con estos agentes. Esta inyección de capital no solo respalda la viabilidad del proyecto, sino que también sugiere que la IA especializada será un elemento clave en el futuro del trabajo.
¿Suficiente para ser rentable?
La pregunta que muchos se hacen es si esta estrategia permitirá a OpenAI alcanzar la rentabilidad. Aunque la compañía espera que estos agentes sean una parte importante de sus ingresos, el desafío de equilibrar costos y beneficios sigue siendo significativo. Los altos precios podrían limitar el acceso a empresas grandes o con presupuestos elevados, lo que plantea dudas sobre la escalabilidad del modelo.
Además, la competencia en el campo de la IA no deja de crecer, con empresas como Google, Amazon y otras startups desarrollando soluciones similares. OpenAI tendrá que demostrar que sus agentes no solo son avanzados, sino también insustituibles, para justificar su alto precio.
Adaptarse o quedarse atrás
Para los profesionales de alto nivel, este anuncio es una llamada de atención. «Si tu trabajo implica tareas de conocimiento, esto no es un simulacro: la IA viene por tu industria», advierte Lee. La clave, según los expertos, está en aprender a integrar estas herramientas en lugar de resistirse a ellas. «La IA no está reemplazando a las personas. Las personas que saben usar la IA están reemplazando a las que no», concluye.
El lanzamiento de estos agentes plantea un debate sobre el futuro del trabajo y el papel de la IA en la economía. Mientras OpenAI avanza en su estrategia, el mundo observa si esta apuesta se convertirá en el nuevo estándar laboral o si quedará como un experimento costoso. Lo que está claro es que la inteligencia artificial ya no es solo una herramienta, sino un competidor directo en el mercado laboral.