Perplexity AI compra el dominio os.ai y deja entrever su ambición de construir un sistema operativo para la era de la inteligencia artificial

El navegador agéntico Comet podría ser solo el primer paso hacia un nuevo entorno de trabajo centrado en agentes de IA autónomos

Perplexity AI, la startup que ha irrumpido con fuerza en el campo de la búsqueda potenciada por inteligencia artificial, ha dado un nuevo paso estratégico que podría marcar el inicio de su próxima gran apuesta tecnológica. La compañía ha adquirido el dominio os.ai, una dirección web premium que pertenecía a Dharmesh Shah, cofundador y CTO de HubSpot.

Aunque los términos económicos del acuerdo no han trascendido, Shah confirmó la operación a través de LinkedIn y añadió que, como inversor temprano de Perplexity, su participación accionarial ha aumentado tras la venta. Pero más allá del intercambio de activos, el verdadero valor de la operación parece estar en lo simbólico y lo estratégico.

Actualmente, os.ai redirige directamente a Comet, el navegador agéntico de Perplexity. Una señal nada sutil de que la compañía podría estar preparando un “sistema operativo de IA” para el nuevo paradigma digital que se está gestando.


Del software tradicional al software “agéntico”: así cambia la interfaz del trabajo digital

A diferencia de los navegadores clásicos, Comet funciona como un asistente autónomo que no solo responde a preguntas, sino que puede actuar por cuenta del usuario: buscar información, organizar tareas, escribir correos o generar informes, todo sin intervención directa constante. Se trata de una IA con iniciativa, que ejecuta tareas de principio a fin.

Este concepto de IA agéntica, cada vez más presente en la industria, se perfila como el sucesor de las interfaces gráficas tradicionales. Igual que Windows o Android ofrecieron una capa unificadora sobre la que operaban múltiples aplicaciones, Comet —y quizás el futuro sistema «os.ai»— aspira a ser la capa organizadora de los agentes de IA.


Un movimiento que recuerda a la historia de los grandes sistemas operativos

Dharmesh Shah ha expresado en varias ocasiones su creencia de que cada gran revolución tecnológica ha ido acompañada de un nuevo sistema operativo. Primero fueron los PCs, luego los navegadores web, más tarde los smartphones… y ahora es el turno de la inteligencia artificial.

Según esta visión, la IA no será una simple herramienta embebida en software tradicional, sino un nuevo paradigma operativo que requerirá plataformas diseñadas desde cero para su naturaleza colaborativa, autónoma y contextual. La compra de os.ai se alinea perfectamente con esa narrativa.


¿Un nuevo sistema operativo para el trabajo asistido por IA?

En el nuevo entorno de trabajo digital, no se trata ya de abrir múltiples aplicaciones y gestionar datos manualmente, sino de delegar tareas complejas a agentes inteligentes. Por ejemplo, un usuario podría simplemente pedir a Comet:

“Prepara una presentación con los últimos datos de mercado, incluye gráficos comparativos y una propuesta de estrategia de ventas”.

Y recibir en minutos un borrador completo. En ese contexto, el sistema operativo no se mide en ventanas o carpetas, sino en la orquestación inteligente de acciones y decisiones.


Los dominios premium como símbolo de ambición

Más allá del componente técnico, la adquisición de os.ai es también una declaración de intenciones de marca. Igual que OpenAI compró en su momento chat.com por más de 15 millones de dólares (también propiedad de Shah), Perplexity apunta alto al apropiarse de un dominio corto, memorable y cargado de significado: «os», de “Operating System”, y «.ai», el estándar actual para la inteligencia artificial.

El mensaje es claro: quieren ser la nueva base de operaciones para la IA en la web.


¿Qué podemos esperar ahora?

Aunque no se ha anunciado oficialmente ningún producto adicional, todo apunta a que Comet podría ser solo el principio. Es posible que veamos en los próximos meses una plataforma modular donde agentes especializados interactúan entre sí para realizar tareas complejas en nombre del usuario.

Este sistema operativo de nueva generación, centrado en la IA, marcaría una ruptura con décadas de interfaces centradas en el usuario manual, y abriría la puerta a una nueva forma de entender la productividad, la información y la interacción digital.

Perplexity AI, con el respaldo de inversores clave y una ejecución rápida, está posicionándose como uno de los actores que podrían definir esa nueva capa del software del futuro.


Conclusión:
La compra de os.ai no es solo una adquisición de dominio: es una jugada estratégica que anticipa el nacimiento de una nueva categoría de software, donde la inteligencia artificial no se limita a ayudar, sino que pasa a ser la infraestructura sobre la que operamos. En esa batalla, Perplexity ha tomado una posición destacada.

vía: wwwhatsnew

Scroll al inicio