¿Qué empleos están más expuestos a ser transformados por la inteligencia artificial?

Un estudio de Microsoft revela qué tareas ya están siendo ejecutadas eficazmente por la IA, y cuáles permanecen fuera de su alcance

La inteligencia artificial generativa ha dejado de ser una promesa del futuro para convertirse en una herramienta activa en numerosos puestos de trabajo. Un reciente estudio de Microsoft Research, basado en más de 200.000 conversaciones reales con su asistente Bing Copilot, ofrece por primera vez una radiografía precisa de cómo la IA está influyendo en las profesiones del presente, y cuáles son las más vulnerables –o resistentes– a esta transformación.

A diferencia de otros informes especulativos, este trabajo se apoya en datos reales: interacciones diarias de usuarios durante nueve meses de 2024, cruzadas con las tareas laborales registradas en la base de datos oficial estadounidense O*NET. A partir de ahí, los investigadores construyeron un “índice de aplicabilidad de IA” para cada ocupación, analizando qué tareas pueden ser asistidas –o directamente realizadas– por la IA actual.

Los más expuestos: trabajos basados en lenguaje e información

En los primeros puestos del ranking se encuentran profesiones centradas en el procesamiento de información, redacción o atención al público. Los intérpretes, traductores, escritores, periodistas y técnicos redactores aparecen como los más susceptibles a verse transformados por la IA. Otros perfiles, como agentes de viajes, teleoperadores o recepcionistas, también muestran un alto nivel de sustitución potencial.

Top de profesiones con mayor aplicabilidad de IA:

  1. Intérpretes y traductores
  2. Historiadores
  3. Auxiliares de vuelo y atención a pasajeros
  4. Representantes de ventas de servicios
  5. Escritores y autores
  6. Representantes de atención al cliente
  7. Programadores de herramientas CNC
  8. Operadores telefónicos
  9. Agentes de billetes y viajes
  10. Locutores y DJs de radio

Este grupo tiene un denominador común: su trabajo se basa en generar, transmitir o traducir información mediante lenguaje. Precisamente el punto fuerte de los modelos de IA generativa actuales, que ya son capaces de redactar informes, responder preguntas complejas o incluso enseñar y asesorar.

Las profesiones más resistentes: habilidades físicas y contacto humano

En el extremo opuesto se encuentran oficios manuales, sanitarios o industriales, donde la IA aún no puede competir. Profesiones como técnicos de laboratorio, auxiliares de enfermería, operarios de maquinaria pesada, cementadores o instaladores de lunas para automóviles son, por ahora, difíciles de automatizar. Requieren coordinación motora, presencia física, razonamiento espacial o interacción humana directa.

Top de ocupaciones menos afectadas por la IA:

  1. Flebotomistas
  2. Auxiliares de enfermería
  3. Trabajadores de eliminación de materiales peligrosos
  4. Ayudantes de pintura y albañilería
  5. Embalsamadores
  6. Operadores de sistemas industriales
  7. Cirujanos maxilofaciales
  8. Instaladores de lunas de automóvil
  9. Ingenieros navales
  10. Reponedores de neumáticos

Estas tareas, por su naturaleza física y contextos de riesgo, están fuera del alcance de los modelos actuales de IA, que no disponen de capacidades robóticas ni comprensión contextual tridimensional avanzada.

¿Significa esto que perderemos el trabajo?

No necesariamente. El estudio insiste en que un alto índice de aplicabilidad de IA no implica una sustitución total del puesto. En la mayoría de los casos, la IA actúa como un copiloto que asiste o automatiza ciertas tareas repetitivas, pero no elimina el valor humano. De hecho, muchas profesiones están viendo cómo sus roles evolucionan, ganando en productividad o especialización gracias al uso de estas herramientas.

Por el contrario, un bajo índice tampoco garantiza inmunidad permanente. La robótica o avances futuros en IA podrían acabar transformando también estos oficios hoy considerados «seguros».

¿Qué dice esto del futuro del trabajo?

La investigación de Microsoft plantea que los empleos más amenazados son, curiosamente, aquellos con mayores niveles de estudios y salarios medianos-altos, sobre todo en áreas administrativas, creativas y de ventas. Esta realidad desafía el mito de que la automatización afecta solo a empleos de baja cualificación.

Por el momento, la IA generativa ya está impactando en cómo se redactan textos, se preparan discursos, se resuelven dudas complejas o se estructuran contenidos. La línea entre asistencia y automatización completa es cada vez más fina, y dependerá de cómo se adapten los profesionales a estas nuevas herramientas.

En última instancia, el estudio no es una advertencia apocalíptica, sino una fotografía de una transición en curso. Una que, como ya ocurrió con otras tecnologías, exigirá reaprender, reentrenarse y repensar el valor añadido del trabajo humano.

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