Un innovador avance en el ámbito de la computación promete revolucionar el sector médico en el Reino Unido. Isambard-AI, un superordenador de última generación desarrollado en Bristol con una inversión de 225 millones de libras esterlinas, ha iniciado su camino para convertirse en una herramienta esencial en el desarrollo de nuevos fármacos y vacunas, utilizando las avanzadas capacidades de la inteligencia artificial.
El superordenador, que se ubicará en el Centro Nacional de Compuestos en Emersons Green, está en proceso de convertirse en el más potente del Reino Unido y uno de los diez más rápidos del mundo. Este verano, cuando se encuentre completamente operativo, Isambard-AI estará impulsando proyectos vitales de investigación médica, como el desarrollo de tratamientos innovadores para enfermedades como el Alzheimer, enfermedades cardíacas y diversos tipos de cáncer. Además, se espera que mejore significativamente la detección de melanoma en diversas tonalidades de piel.
El esfuerzo para integrar la inteligencia artificial en áreas clave es parte de una iniciativa más amplia liderada por el Primer Ministro Sir Keir Starmer, quien ha destacado el potencial de la IA para impulsar el crecimiento económico y mejorar los servicios públicos, incluidas áreas críticas como la atención sanitaria.
Simon McIntosh-Smith, profesor de computación de alto rendimiento en la Universidad de Bristol, explicó en una reciente entrevista que el Isambard-AI ya está operacional parcialmente y que está utilizando AI para simular cómo interactúan los fármacos a nivel molecular dentro del cuerpo humano. Esta tecnología permite una evaluación mucho más rápida y eficiente de los compuestos potenciales, lo que minimiza la necesidad de experimentos físicos prolongados. En el pasado, dicho proceso dependía de conjeturas fundamentadas y experiencia, pero hoy, gracias a la IA, se acelera considerablemente.
Uno de los aspectos más innovadores del superordenador es su eficiencia energética. A pesar de su intensivo consumo, el diseño de Isambard-AI maximiza esta eficiencia, y existe una propuesta para reutilizar la energía residual para proporcionar calefacción a hogares y negocios en la comunidad local. Esta solución no solo beneficiaría al medio ambiente, sino que también podría ofrecer ventajas concretas a nivel comunitario en la zona de Bristol.
El impacto global de Isambard-AI podría ser similar al producido por otras grandes innovaciones tecnológicas, como Internet o los dispositivos móviles, que han transformado la vida moderna. La inversión en esta tecnología muestra el compromiso del Reino Unido por liderar en el ámbito de la inteligencia artificial, destacando la capacidad de la IA para mejorar la salud y otros sectores críticos en la sociedad.
