Trump quiso dividir NVIDIA… hasta que conoció a Jensen Huang, el “Señor de la IA”

El expresidente de Estados Unidos reconoce que pretendía frenar el dominio de NVIDIA, pero se retractó tras descubrir el papel de Jensen Huang en la revolución de la inteligencia artificial.

Durante la reciente cumbre sobre inteligencia artificial celebrada en Washington, el expresidente Donald Trump sorprendió a propios y extraños al revelar que, al inicio de su mandato, consideró seriamente dividir a NVIDIA para fomentar la competencia en el emergente sector de la inteligencia artificial. Sin embargo, cambió de opinión en cuanto comprendió la dimensión del trabajo y liderazgo de Jensen Huang, CEO y fundador de la compañía.

“Dije: ‘Vamos a romper a este tipo’, antes de saber los hechos. Pensé que podríamos entrar y desmembrarlos un poco, meter algo de competencia”, declaró Trump. “Pero descubrí que no es fácil en ese negocio”.

De la ignorancia a la admiración: Trump reconoce el papel clave de Huang

Trump admitió que no conocía ni a NVIDIA ni a Huang al comenzar su nuevo mandato. Su equipo le advirtió sobre el dominio absoluto que NVIDIA tiene en el ecosistema de hardware y software para inteligencia artificial. En ese contexto, valoró la posibilidad de fragmentar la empresa para estimular la innovación mediante la creación de nuevas firmas con los “mejores cerebros” del sector. Sin embargo, al conocer de cerca la historia y estrategia de Jensen Huang, abandonó por completo la idea.

En su intervención durante el AI Summit, Trump no escatimó elogios hacia Huang, calificándolo como “el factor diferencial” de Estados Unidos en la carrera global por la supremacía en IA.

“Cuando el presidente de Estados Unidos dice que no se puede competir con NVIDIA, el mundo debería escuchar”, apuntó uno de los asistentes al evento.

Jensen Huang: de visionario de CUDA al arquitecto del dominio global de NVIDIA

La historia de éxito de NVIDIA no se puede entender sin el enfoque visionario de Jensen Huang, que desde hace más de una década apostó por convertir las GPU en plataformas de cómputo general, sentando las bases de lo que hoy es la era de la IA generativa.

Desde la introducción de CUDA en 2006, NVIDIA ha desarrollado un ecosistema software-hardware sin parangón, imposible de replicar en el corto plazo. Esto ha permitido a la compañía alcanzar una valoración bursátil de más de 4 billones de dólares, consolidándola como el pilar tecnológico de la nueva economía basada en inteligencia artificial.

Un futuro brillante para NVIDIA bajo la nueva administración

Según los analistas presentes en el AI Summit, la relación entre Huang y Trump parece haber evolucionado desde la desconfianza inicial a una simbiosis estratégica. Mientras la administración republicana busca asegurar el liderazgo tecnológico de EE.UU. frente a China y otras potencias emergentes, NVIDIA representa el buque insignia de esa ambición.

Trump llegó incluso a afirmar que Huang es “lo que diferencia a Estados Unidos del resto del mundo”, una declaración que sorprendió por su tono elogioso y personalista, en contraposición a su historial con otros líderes del sector tecnológico.

¿Es NVIDIA demasiado grande para ser desafiada?

Pese a que algunas voces han alertado sobre los riesgos de concentración de poder en pocas compañías, la realidad es que ninguna otra empresa ha logrado replicar la combinación de liderazgo técnico, visión estratégica y ejecución agresiva que ha caracterizado a NVIDIA. Su ciclo de desarrollo de productos es implacable, y su software propietario (como TensorRT, CUDA o cuDNN) constituye una barrera de entrada insalvable para competidores emergentes.

Incluso las grandes tecnológicas como Intel, AMD o Meta han optado por colaborar con NVIDIA en vez de competir frontalmente, lo que refuerza la tesis de Trump: “NVIDIA no se puede romper, ni se le puede competir. Sólo se le puede seguir”.


Conclusión

Lo que empezó como una amenaza gubernamental para fragmentar a un gigante, ha acabado convertido en una alianza tácita entre poder político y liderazgo tecnológico. Jensen Huang no solo ha conquistado el mercado, sino que ha convencido a la Casa Blanca de que su visión —y su empresa— son fundamentales para el futuro de Estados Unidos en la era de la inteligencia artificial.

A corto plazo, todo indica que NVIDIA seguirá marcando el rumbo, no solo en tecnología, sino también en geoestrategia.

vía: wccftech

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