ChatGPT y Gemini aprietan el grifo: así afectan los nuevos límites diarios a los usuarios gratuitos de IA

La fiesta de la inteligencia artificial generativa empieza a mostrar la letra pequeña. Tanto OpenAI como Google han comenzado a limitar de forma más agresiva el uso de sus modelos más potentes en las cuentas gratuitas, alegando una razón tan simple como incómoda: no hay GPUs para todos y el coste de cómputo se dispara.

En pocos días hemos visto dos movimientos paralelos:

  • OpenAI ha impuesto un límite diario a los usuarios gratuitos que generan vídeo con Sora 2 desde ChatGPT.
  • Google ha endurecido el acceso al modo de razonamiento de Gemini 3 Pro y ha reducido el número de imágenes que se pueden crear gratis con Nano Banana Pro.

Detrás de estos cambios hay un mensaje claro: el modo “barra libre” de la IA avanzada tiene los días contados para quien no paga suscripción.


OpenAI limita Sora 2: 6 generaciones al día para cuentas gratuitas

El propio director de Sora en OpenAI, Bill Peebles, lo ha explicado sin rodeos en X:

“Estamos estableciendo límites de uso para usuarios gratuitos a 6 gens/día. Los usuarios de ChatGPT Plus y Pro tienen límites sin cambios, y todos pueden comprar gens adicionales según sea necesario”.

Es decir:

  • Usuarios gratuitos: máximo 6 vídeos al día generados con Sora 2.
  • Usuarios de pago (Plus y Pro): se mantienen los límites actuales.
  • Todos los usuarios: podrán comprar créditos adicionales para seguir generando vídeos.

Lo más llamativo del mensaje no son los números, sino la justificación informal: Peebles habló de que las GPU “se están derritiendo”, una frase que recuerda a la que ya utilizó Sam Altman cuando ChatGPT habilitó la generación masiva de imágenes y se inundó internet de retratos “estilo Ghibli”.

En este caso, el contexto es aún más exigente:

  • Sora 2 solo está disponible en Estados Unidos y Canadá,
  • y aun así OpenAI reconoce que la demanda ha desbordado la capacidad de sus servidores.

La compañía necesita contener el uso gratuito por dos motivos:

  1. Capacidad técnica: la generación de vídeo es muchísimo más costosa que responder texto o crear una imagen aislada.
  2. Modelo de negocio: el gratuito es un escaparate, pero el negocio real está en suscripciones y créditos de pago.

Google sigue el mismo camino con Gemini 3 Pro y Nano Banana Pro

En paralelo, Google ha hecho algo muy parecido con su ecosistema Gemini 3:

  • El modo Razonamiento de Gemini 3 Pro deja atrás el sistema fijo de “5 consultas” y adopta un modelo de límites dinámicos.
  • Los usuarios sin suscripción pasan a tener únicamente “acceso básico”, con cupos diarios que varían en función de la carga de los servidores.
  • La IA de imagen Nano Banana Pro reduce su generosidad:
    • Antes: hasta 3 imágenes al día en cuentas gratuitas.
    • Ahora: solo 2 imágenes diarias.

En la práctica, esto significa que:

  • Los usuarios gratuitos pueden ver cómo su “barra de energía” diaria se agota muy rápido si hacen varias pruebas seguidas.
  • Google se reserva margen para proteger recursos en momentos de alta demanda sin tener que cortar el acceso del todo.

No es la primera vez que ocurre algo así: cuando se popularizó la moda de convertir fotos al estilo Ghibli con el generador de imágenes de ChatGPT, OpenAI también fue bajando el ritmo a las cuentas gratuitas para evitar saturar sus servidores.


Gemini 3 Pro vs GPT-5.1: quién aprieta más a los usuarios gratuitos

Comparar las políticas de uso gratuito ayuda a entender dónde está cada uno:

  • Gemini 3 Pro (cuenta gratuita):
    • Acceso básico al modo de razonamiento, con límites diarios variables.
    • 2 imágenes al día con Nano Banana Pro.
  • ChatGPT con GPT-5.1 (cuenta gratuita):
    • Hasta 10 mensajes con GPT-5.1 cada 5 horas.
    • Una vez consumidos, el chat pasa a utilizar un modelo mini hasta que se reinicia el límite.

En las cuentas de pago, la fotografía cambia por completo:

  • Por unos 20 dólares al mes, OpenAI ofrece:
    • Hasta 160 mensajes con GPT-5.1 cada 3 horas.
    • En torno a 3.000 mensajes con el modelo de razonamiento (“Thinking”) en el mismo periodo.
  • Por un precio similar, el plan de pago de Gemini 3 Pro promete:
    • Hasta 100 mensajes diarios con el modelo avanzado.
    • Un contexto 4 veces mayor.
    • En torno a 100 imágenes con Nano Banana Pro.

En resumen: Gemini 3 Pro es claramente más restrictivo para usuarios gratuitos que GPT-5.1, mientras que las suscripciones de pago convierten ambos servicios en herramientas de trabajo continuas, pensadas para uso profesional.


La realidad incómoda: la IA generativa no es “gratis”, nunca lo fue

Más allá de los detalles de cada límite, el trasfondo es el mismo:

  • Cada prompt, cada imagen y cada vídeo consume tiempo de GPU, energía eléctrica y una infraestructura muy cara.
  • Los grandes modelos de IA se han financiado en parte con capital de riesgo dispuesto a subvencionar el uso masivo para ganar cuota de mercado.
  • Ahora llega la fase de normalización: menos barra libre, más segmentación entre:
    • curiosos que prueban la herramienta de vez en cuando, y
    • usuarios intensivos que pagan por usarla sin fricciones.

Además, la explosión de usos creativos (vídeo, imágenes, audio, razonamiento avanzado) tensiona todavía más los centros de datos. Un clip de vídeo de alta calidad generado por Sora 2 puede costar varios órdenes de magnitud más en cómputo que una respuesta de texto estándar de ChatGPT.

Desde la perspectiva de las empresas de IA, establecer límites en el modo gratuito cumple varias funciones:

  1. Evitar el colapso de la infraestructura en picos de demanda.
  2. Reservar capacidad para clientes de pago y empresas.
  3. Convertir el “juguete viral” en un producto sostenible, con un embudo claro hacia planes de suscripción y créditos.

¿Y ahora qué pueden esperar los usuarios?

Para quien usa estas herramientas de forma ocasional, los nuevos límites son una molestia, pero no un drama. Sin embargo, para quienes empezaban a utilizar Sora 2 o Gemini 3 Pro como parte de su flujo creativo diario, el mensaje es claro: tarde o temprano habrá que pasar por caja o diversificar herramientas.

También es probable que veamos:

  • Más planes intermedios (tipo “pago por uso”) para vídeo, imagen y razonamiento.
  • Un auge de modelos open source y servicios autoalojados para quienes no quieran depender de los límites de terceros.
  • Nuevas optimizaciones técnicas para reducir el coste por generación y, con ello, relajar en el futuro algunos de estos límites.

Mientras tanto, el movimiento coordinado de OpenAI y Google deja una sensación difícil de ignorar: la carrera por la IA generativa ya no se libra solo en calidad de modelo, sino también en gestionar la escasez de cómputo y en decidir quién puede usar qué… y cuánto.

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