Aunque las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT ofrecen enormes beneficios en productividad y automatización, su uso plantea serias dudas sobre la privacidad de los datos.
En la carrera por adoptar la inteligencia artificial (IA), muchas empresas están incorporando chatbots como ChatGPT para mejorar procesos, reducir costes y acelerar tareas. Sin embargo, ¿hasta qué punto es seguro compartir información en estas plataformas? ¿Qué se debe evitar?
La respuesta, según el propio modelo, es clara: no compartas información sensible o confidencial.
¿ChatGPT es confidencial? No del todo
Aunque OpenAI —la compañía detrás de ChatGPT— emplea protocolos de cifrado y medidas de seguridad, las versiones gratuitas y Plus pueden retener temporalmente las conversaciones para mejorar el modelo. Esto representa un riesgo potencial de exposición no deseada o accesos no autorizados.
Solo las versiones Team y Enterprise garantizan que las conversaciones no se almacenan ni se usan para entrenamiento del modelo, lo que las hace más adecuadas para empresas que manejan datos sensibles. Aun así, ningún chatbot debería considerarse totalmente privado.
Lo que nunca debes compartir en ChatGPT
La OCU de la IA coincide: las personas y empresas deben evitar ingresar datos sensibles en plataformas de IA. Estos son los cinco tipos de información más peligrosos de compartir:
- Datos personales identificables (PII): Nombres completos, fechas de nacimiento, direcciones, correos o números de seguridad social pueden ser usados para suplantación de identidad.
- Contraseñas y credenciales de acceso: Son la llave a tus cuentas. Nunca deben compartirse con nadie, mucho menos con un chatbot.
- Información financiera: Números de tarjetas de crédito, cuentas bancarias y métodos de pago deben compartirse solo en canales cifrados.
- Información confidencial del negocio: Reportes internos, datos de clientes o estrategias empresariales deben mantenerse fuera de plataformas no diseñadas para su almacenamiento seguro.
- Propiedad intelectual: Ideas, patentes, borradores, algoritmos… todo esto podría ser expuesto o utilizado de forma indebida si no se gestiona correctamente.
¿Por qué ChatGPT no es completamente privado?
Una idea errónea común es que ChatGPT aprende de cada interacción individual. En realidad, las versiones Free y Plus no aprenden en tiempo real, pero las conversaciones pueden almacenarse temporalmente. Eso significa que, aunque no se utilicen directamente para entrenamiento, podrían influir en mejoras futuras del modelo.
Y lo más importante: todo lo que escribes en ChatGPT podría, en teoría, ser accedido si ocurre una brecha de seguridad.
¿Qué pueden hacer las empresas para usar IA con seguridad?
El uso responsable de la IA no solo depende de los usuarios. Las organizaciones deben implementar políticas claras de uso. Aquí algunas buenas prácticas:
- Definir políticas formales de uso de IA.
- Limitar el acceso a herramientas verificadas por la empresa.
- Ofrecer formación sobre ciberseguridad y privacidad.
- Supervisar el uso de herramientas de IA para cumplir con normativas.
- Evitar el uso de IA para tareas críticas sin verificación humana.
¿Qué dice OpenAI?
OpenAI asegura que no vende ni comparte datos de usuarios a terceros y que cumple con normativas como el RGPD europeo, pero también advierte que su plataforma no está diseñada para manejar información confidencial.
Conclusión: IA, sí… pero con criterio
La inteligencia artificial está revolucionando el mundo del trabajo, pero la seguridad de los datos sigue siendo un reto crucial. Si bien herramientas como ChatGPT pueden ser aliadas poderosas, su uso debe hacerse con responsabilidad, formación y políticas claras.
No todo lo que genera valor es seguro por defecto. Y cuando se trata de privacidad, más vale prevenir.
¿Tu empresa ya entrena a sus empleados en el uso seguro de la IA?
Si no lo hace, es momento de actuar. La IA puede ser una ventaja… o una brecha.
vía: Ramsac