DeepSeek, la emergente empresa china de inteligencia artificial que sacudió los mercados bursátiles de Estados Unidos con su chatbot R1, más barato y eficiente que ChatGPT de OpenAI, podría estar enfrentando su primer gran desafío. Tras una semana de éxito fulgurante, la compañía se encuentra bajo creciente escrutinio debido a acusaciones de violación de términos de servicio, preocupaciones de seguridad y cuestionamientos éticos.
Acusaciones de «robo intelectual»
David Sacks, asesor de inteligencia artificial y criptomonedas del expresidente Donald Trump, aseguró en una entrevista en Fox News que existe «evidencia sustancial» de que DeepSeek utilizó modelos de OpenAI para entrenar su chatbot R1. Este proceso, conocido como «destilación de conocimiento», fue comparado por Sacks con un acto de «robo intelectual». Aunque no proporcionó pruebas concretas, Sacks afirmó que OpenAI estaría «muy molesto» por esta situación.
DeepSeek, que se ha posicionado como una alternativa más accesible y de alto rendimiento a ChatGPT, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre estas acusaciones. Sin embargo, la falta de transparencia en sus métodos de entrenamiento ha levantado sospechas tanto en la industria tecnológica como en círculos gubernamentales.
Preocupaciones de seguridad y prohibiciones
El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos está revisando las implicaciones de seguridad relacionadas con el uso de los modelos de DeepSeek, según informó Reuters. En paralelo, la Armada de Estados Unidos ha prohibido el uso de la IA de la compañía, citando «preocupaciones de seguridad y éticas».
Estas medidas reflejan la creciente cautela de las autoridades estadounidenses ante el avance de tecnologías desarrolladas por empresas extranjeras, especialmente en un contexto de tensiones geopolíticas entre Washington y Pekín.
Desafíos legales en Europa
En Europa, DeepSeek también enfrenta obstáculos. Italia ha presentado una queja formal relacionada con el manejo de datos de la empresa, argumentando que no cumple adecuadamente con las normas del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). Las autoridades italianas han expresado su preocupación por la falta de claridad sobre cómo DeepSeek protege la información de los menores de edad.
Aunque la compañía afirma en sus políticas que su aplicación «no está destinada a usuarios menores de 18 años», no existe un mecanismo efectivo para hacer cumplir esta regla. En cambio, sugiere que los jóvenes entre 14 y 18 años lean la política de privacidad junto a un adulto, una medida que ha sido catalogada como insuficiente.
¿Un modelo barato a costa de la ética?
El rápido ascenso de DeepSeek ha planteado preguntas incómodas sobre si un modelo más económico implica compromisos en materia de seguridad y ética. La semana pasada, la empresa se vio obligada a suspender temporalmente el registro de nuevos usuarios tras detectar un ataque malicioso, lo que ha añadido más dudas sobre la robustez de sus sistemas.
Mientras DeepSeek intenta consolidarse como una alternativa viable a los gigantes de la IA, el escrutinio al que está siendo sometida podría marcar un punto de inflexión en su trayectoria. La pregunta que muchos se hacen es si la compañía podrá superar estas acusaciones y desafíos legales, o si su declive ya ha comenzado.
vía: TechCrunch