La tecnológica liderada por Mark Zuckerberg ficha talento top en IA con sueldos millonarios y genera inquietudes por la procedencia de sus nuevos empleados
Meta está desplegando una agresiva estrategia de fichajes para reforzar su nuevo laboratorio de inteligencia artificial avanzada, bautizado como Superintelligence Labs. Según una filtración publicada por el tecnólogo @deedydas en la red social X (antes Twitter), el equipo está compuesto actualmente por 44 empleados, y los datos sobre su procedencia están generando tanto admiración como preocupación.
Entre los datos más llamativos del equipo:
- El 50 % de los integrantes son de origen chino
- El 40 % trabajaba previamente en OpenAI
- El 20 % proviene de DeepMind (Google)
- El 15 % fue reclutado de Scale AI
- El 75 % son investigadores y el 75 % tiene doctorado
- Un 20 % ocupa puestos de nivel L8 o superior (alta dirección técnica)
- El 75 % son inmigrantes de primera generación
El ritmo de contratación ha sido tan vertiginoso que muchos de ellos no llevan ni un mes en la compañía, y algunos habrían sido seducidos con cifras astronómicas. Según la misma fuente, los salarios podrían oscilar entre los 10 y los 100 millones de dólares al año, aunque estas cifras no han sido confirmadas oficialmente.
Meta, decidida a liderar la carrera por la IA general
Este movimiento estratégico se enmarca en el esfuerzo de Meta por no quedarse atrás en la carrera global por la inteligencia artificial, especialmente tras los avances de OpenAI, Anthropic, Google y otras compañías del sector. Tras el fracaso del megaproyecto del metaverso, en el que Mark Zuckerberg invirtió más de 46.000 millones de dólares sin lograr la adopción esperada, el enfoque de la compañía ha girado ahora hacia los modelos fundacionales y la superinteligencia artificial (AGI).
La política de contratación de Meta ha sido especialmente agresiva. Uno de los fichajes más comentados fue el del exjefe de modelos fundacionales de Apple, a quien se le habría ofrecido un bonus de 200 millones de dólares por firmar. La empresa también ha logrado atraer a varios extrabajadores de OpenAI, uno de los cuales denunció no haber recibido los 100 millones prometidos como incentivo.
Un equipo brillante… pero con posibles implicaciones geopolíticas
La fuerte presencia de investigadores de origen chino en un área tan sensible como el desarrollo de superinteligencia ha hecho saltar las alarmas en algunos círculos políticos en Estados Unidos. Con la administración Trump 2.0 mostrando un enfoque más beligerante en materia de seguridad tecnológica, no se descarta que Meta sea objeto de investigaciones por posibles riesgos en protección de datos, espionaje o filtraciones tecnológicas.
“No nos sorprendería que Mark Zuckerberg tenga que responder preguntas ante el Congreso por la composición de este equipo”, señalan analistas cercanos al entorno político en Washington.
Este contexto añade presión a Meta, que ya ha sido objeto de escrutinio en múltiples ocasiones por su gestión de datos personales, su influencia en procesos electorales y su dominio en redes sociales. Ahora, con un equipo de élite trabajando en tecnologías que podrían redefinir la inteligencia artificial global, la empresa se mueve en una delgada línea entre la innovación y el escrutinio regulatorio.
Una apuesta sin precedentes
El nuevo laboratorio de Superinteligencia de Meta está todavía en fase inicial, pero sus objetivos son ambiciosos: desarrollar modelos de IA capaces de razonar, aprender y actuar con niveles de autonomía y complejidad comparables —o superiores— al pensamiento humano.
Para ello, Meta no está escatimando en recursos. Con fichajes provenientes de las empresas más punteras del sector y con sueldos nunca antes vistos en la industria, la compañía está construyendo un “dream team” en IA… aunque el precio sea el foco político y mediático.
Por ahora, lo único claro es que la carrera por la superinteligencia está en marcha y Meta no quiere perderla. Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿a qué coste, y bajo qué reglas?
vía: wccftech