La relación entre Microsoft y OpenAI, una de las más influyentes en el panorama actual de la inteligencia artificial, podría estar entrando en una nueva fase. Según el Financial Times, ambas compañías se encuentran en “una dura negociación” sobre los términos de su asociación y la futura estructura de OpenAI.
La startup, que revolucionó el sector con sus modelos GPT, anunció recientemente una reestructuración corporativa importante: su brazo comercial pasará a ser una corporación de beneficio público con fines de lucro, pero la junta directiva sin ánimo de lucro seguirá teniendo el control. Este modelo híbrido, que ya ha causado cierta controversia, necesita la aprobación de sus principales socios, y Microsoft —que ha invertido más de 13.000 millones de dólares en OpenAI— sería el mayor escollo para cerrar el acuerdo.
El corazón del conflicto: el equity y el acceso a la tecnología futura
El principal punto de fricción, según las fuentes del FT, es cuánta participación accionarial obtendrá Microsoft en la nueva entidad con fines de lucro. No obstante, las discusiones también incluyen una renegociación más amplia del contrato que vincula a ambas compañías.
Microsoft estaría dispuesta a ceder parte de su participación accionarial a cambio de acceso garantizado a las tecnologías que OpenAI desarrolle después de 2030, año en el que finaliza el acuerdo actual. Esto incluiría acceso anticipado a innovaciones clave en modelos de lenguaje, infraestructura y productos integrables en sus plataformas como Azure, Microsoft 365 o Copilot.
La relación se complica: de socios estratégicos a rivales en el mercado
La negociación no se da en un vacío. La relación entre ambas compañías se ha vuelto más competitiva, según apunta el Financial Times. OpenAI ha ampliado su negocio enterprise —incluyendo su API y servicios de plataforma— y compite cada vez más directamente con Microsoft por clientes corporativos. Además, el ambicioso proyecto Stargate, la infraestructura de IA a gran escala que OpenAI planea desplegar en los próximos años, podría suponer un punto de fricción si se desvincula de Azure como plataforma principal.
Aunque Microsoft sigue siendo el principal distribuidor de OpenAI a través de Azure, el creciente poder e independencia de la startup podrían obligar a redefinir los términos de una colaboración que, hasta ahora, ha sido mutuamente beneficiosa.
¿Un nuevo equilibrio en la era de la IA?
Este proceso de renegociación llega en un momento clave para la industria. Con rivales como Anthropic, Google DeepMind y Meta acelerando el ritmo de desarrollo de modelos de lenguaje avanzados, el equilibrio entre control tecnológico, acceso a capital y autonomía corporativa se convierte en una cuestión crítica para el futuro de OpenAI.
Por ahora, ninguna de las dos compañías ha hecho declaraciones oficiales sobre los detalles de la negociación. Pero lo que está en juego es mucho más que una participación accionarial: es el control de una de las tecnologías más transformadoras del siglo XXI.
Fuente: Techcrunch