Warren Buffett, el célebre inversor y presidente de Berkshire Hathaway, ha manifestado recientemente su reticencia a invertir en tecnologías que no comprende completamente, como la inteligencia artificial. Durante la última reunión anual de su empresa en Omaha, Buffett comparó la tecnología con un «genio» que, una vez liberado, podría tener consecuencias desastrosas, similares a las de las armas nucleares.
Esta filosofía de inversión cautelosa de Buffett no es nueva. Históricamente, ha evitado las apuestas en sectores tecnológicos complejos, optando por invertir en empresas con modelos de negocio que entiende profundamente. Aunque su compañía posee una considerable cantidad de acciones de Apple, Buffett subraya que su decisión se basó más en la popularidad de la marca entre los consumidores que en su potencial tecnológico.
En un momento donde el impacto de la inteligencia artificial en la economía y la sociedad es un tema recurrente entre economistas y tecnólogos, Buffett expresó su preocupación por las implicaciones éticas y sociales de esta tecnología avanzada. Mencionó que, aunque la inteligencia artificial podría incrementar significativamente la productividad y el tiempo libre, existe una gran incertidumbre sobre cómo se utilizará ese tiempo adicional y cómo afectará la calidad de vida de las personas.
Su cautela se refleja en su enfoque de inversión, evitando comprometer capital en áreas donde la predicción de resultados a largo plazo es incierta o potencialmente peligrosa. Buffett subrayó que, a pesar de las promesas de la inteligencia artificial para revolucionar sectores enteros, prefieren adherirse a inversiones más tradicionales y entendibles.
El empresario también hizo referencia a John Maynard Keynes, quien predijo un aumento significativo en la producción per cápita pero no pudo prever cómo la gente utilizaría el incremento de recursos y tiempo. Según Buffett, este paralelismo con la inteligencia artificial muestra que, aunque la tecnología pueda avanzar, la comprensión humana y la aplicación ética de estos avances deben ser consideradas con igual seriedad.