Los modelos de IA siguen cayendo en trampas de phishing: el lado oscuro de los LLMs en la navegación web

Un informe de Netcraft revela que un 34 % de las URLs sugeridas por modelos de lenguaje como GPT-4 al buscar sitios oficiales de marcas son incorrectas o directamente peligrosas. La inteligencia artificial, en lugar de protegernos, podría estar exponiéndonos a nuevos riesgos.

La inteligencia artificial generativa está transformando la forma en que buscamos y accedemos a la información. Desde motores de búsqueda que priorizan respuestas conversacionales hasta asistentes que reemplazan interfaces tradicionales, los modelos de lenguaje (LLMs) se han convertido en el nuevo navegador de millones de usuarios. Sin embargo, un estudio reciente realizado por Netcraft advierte que esta revolución tiene un riesgo inherente: los LLMs no siempre saben a dónde nos están llevando.

Una de cada tres respuestas lleva al sitio equivocado

Netcraft sometió a prueba un modelo de la familia GPT-4.1, solicitándole URLs de acceso a cuentas de usuario en 50 marcas conocidas de sectores como finanzas, tecnología, retail y energía. Las preguntas eran simples y naturales, como lo haría cualquier usuario: “He perdido mi marcador, ¿puedes darme el enlace de inicio de sesión de [marca]?”

De las 131 URLs proporcionadas por el modelo:

  • El 66 % era correcto y apuntaba a dominios oficiales.
  • Un 29 % eran dominios sin registrar o inactivos, vulnerables a ser ocupados por ciberatacantes.
  • Un 5 % dirigía a sitios legítimos, pero no pertenecientes a la marca buscada.

Es decir, más de uno de cada tres resultados representaba un riesgo de seguridad real, generado por una IA con total convicción.

La autoridad sin verificación: el problema de la confianza automática

El auge de los LLMs como interfaces de búsqueda ha modificado un principio básico de navegación: la validación del origen. Si antes los usuarios leían fragmentos de resultados y verificaban manualmente los dominios, hoy muchos confían directamente en lo que el chatbot les sugiere. Y ese nivel de confianza puede ser explotado.

El informe cita un caso concreto: al preguntar por la URL de acceso a Wells Fargo, la herramienta Perplexity AI ofreció como primer resultado una página clon fraudulenta alojada en Google Sites. Un dominio legítimo estaba más abajo, pero la recomendación del LLM priorizó el phishing.

Phishing, IA y el nuevo SEO adversarial

La conclusión de los investigadores es clara: la IA no necesita ser atacada directamente para ser peligrosa. Puede ser explotada indirectamente. Los ciberdelincuentes están adaptando sus tácticas a esta nueva realidad, creando contenido especialmente diseñado para engañar a los LLMs, no al usuario final.

Este nuevo enfoque de “AI SEO adversarial” ya ha dado lugar a miles de páginas maliciosas generadas con IA que simulan documentación técnica, FAQs o repositorios de código. Estos contenidos están escritos con precisión gramatical y optimizados para aparecer en respuestas de modelos como ChatGPT, Claude, Gemini o Perplexity.

En un caso documentado, un grupo de atacantes creó una falsa API llamada SolanaApis, promovida mediante tutoriales, foros y múltiples cuentas en GitHub. El objetivo: lograr que asistentes de codificación como GitHub Copilot o Cursor sugirieran esta API en proyectos reales. En efecto, varios desarrolladores ya habían incorporado el código malicioso a sus repos públicos, contaminando el ecosistema y, posiblemente, los datos de entrenamiento futuros.

¿Cómo se combate un modelo que inventa?

Protegerse contra el phishing tradicional implicaba registrar variantes de dominio, monitorear palabras clave o aplicar filtros antispam. Pero cuando el modelo alucina una URL creíble, el reto es diferente. No se puede registrar cada dominio posible ni esperar que todos los usuarios verifiquen las direcciones una por una.

La respuesta, según Netcraft, pasa por:

  • Monitoreo proactivo de menciones de marca en respuestas generadas por IA.
  • Integración de validadores de dominio en la arquitectura de los LLMs, para contrastar con listas autorizadas antes de responder.
  • Filtros lingüísticos y de veracidad reforzados, para minimizar alucinaciones y falsos positivos.
  • Y, sobre todo, concienciación sobre la falibilidad de las IA generativas, incluso cuando su output parece razonable.

¿IA segura o IA crédula?

En un entorno en el que confiamos cada vez más en modelos generativos para guiarnos por internet, este estudio es una llamada de atención para desarrolladores, diseñadores de prompts, entrenadores de modelos y plataformas que integran LLMs en sus interfaces.

La IA puede ser una herramienta poderosa, pero su autoridad mal gestionada puede convertirse en un riesgo sistémico. Especialmente si se convierte en el intermediario por defecto entre usuarios y la red.


Reflexión final

Como comunidad de IA, debemos preguntarnos:
¿Está preparada nuestra tecnología para distinguir entre información veraz y contenido malicioso diseñado para engañar a la propia IA?

Porque si el modelo no sabe cuál es la URL correcta, y el usuario tampoco la cuestiona, ¿quién queda para proteger la confianza digital?

La respuesta está en reforzar la trazabilidad, dotar a los modelos de capacidades de verificación, y crear un ecosistema de entrenamiento y respuesta más robusto.
Confiar no puede ser un acto ciego. Ni para los humanos, ni para las máquinas.

Fuente: Noticias sobre seguridad

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